México/AFP
Varias decenas de periodistas mexicanos, incluida la Premio Cervantes Elena Poniatowksa, se manifestaron el domingo junto con ONGs en distintos puntos de México contra la violencia hacia la prensa tras el asesinato este mes de un colega de Veracruz (este).
Bajo el lema «Prensa, no disparen» y con carteles con fotografías en blanco y negro de los rostros de periodistas asesinados y desaparecidos, la de la Ciudad de México fue, con alrededor de 250 informadores y activistas, la manifestación más numerosa de la veintena que se celebraron por todo el país.
«Es una injusticia y una infamia» que se asesine a los periodistas por hacer su trabajo, denunció Poniatowska, de 81 años y todavía colaboradora del diario La Jornada en la concentración en la simbólica glorieta del Ángel de la Independencia.
«La verdad no se oculta asesinando a periodistas» o «Proteger al periodista es vital para la democracia» eran algunos de los carteles que se podían leer en la protesta, donde se colocó simbólicamente un ataúd tras la muerte a principios de mes del periodista Gregorio Jiménez.
El pasado día 11, las autoridades hallaron en una fosa clandestina junto a otros dos cadáveres el cuerpo mutilado del reportero para los diarios Notisur y Liberal del Sur de Veracruz (este), quien había sido secuestrado el pasado 5 de febrero.
La principal línea de investigación de la fiscalía de ese estado apunta a diferencias personales de Jiménez con una mujer, que habría contratado a un pistolero por 20.000 pesos (1.470 dólares) para que le quitara la vida.
«Hemos hecho una petición para que la fiscalía general atraiga el caso porque ese proceso en Veracruz no está apegado a derecho», explicó a la AFP Antonio Martínez, vocero de la ONG para la libertad de expresión Artículo 19, con sede en Londres.
«Veracruz es sinónimo de muerte»
«Veracruz es sinónimo de muerte para los periodistas (…) la burda explicación del gobierno (sobre el caso de Jiménez) nos indignó a todos, nos movió para salir de nuevo a gritar: ‘¡Ya basta!'», exclamó la periodista Norma Trujillo en la protesta que se celebró en la capital de ese estado costero.
Ante medio centenar de comunicadores, Trujillo leyó un comunicado en el que resaltó que en México «la información molesta e informar se paga con la muerte».
«Los periodistas vivimos con una pistola apuntándonos. Cada vez es más difícil saber cuáles son los intereses que nuestra información lastima. Hacer periodismo es como caminar sobre terrenos minados», siguió la periodista.
Veracruz, estado ubicado sobre el Golfo de México, ha sido considerado por organizaciones nacionales e internacionales como un estado muy peligroso para ejercer el periodismo. Un total de 10 comunicadores han sido asesinados y otros cuatro se encuentran desaparecidos desde 2010, cuando asumió el poder el gobernador Javier Duarte (del partido oficialista PRI).
México se convirtió en los últimos años en uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo con al menos 87 informadores asesinados desde el año 2000 y sin que hasta el momento haya condenados por los crímenes.