Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Tenemos una problemática con nuestro lago Coatepeque, y queremos dar una visión como mujeres de cómo vivimos esta situación, porque las declaraciones oficiales son una cosa, pero otra es la realidad que vivimos a diario las mujeres que estamos siendo afectadas con esta contaminación”, manifestó Raquel González, lideresa de Coatepeque.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) declaró el “Estado de Emergencia” en abril pasado, por la contaminación de cianobacterias, en el lago de Coatepeque.
Las mujeres lideresas de Coatepeque, apoyadas por Asociación de Mujeres Ambientalistas de El Salvador (AMAES) y el Movimiento Ecofeminista de El Salvador, consideran que las medidas hasta el momento no son suficientes para resguardar las condiciones de los ecosistemas de este cuerpo de agua, que es utilizado con fines turísticos y posiblemente de abastecimiento de agua para San Salvador.
El Lago de Coatepeque mide 25.3 kilómetros cuadrados y una cuenca de 90 kilómetros cuadrados, se encuentra a 630 metros sobre el nivel del mar, en el departamento de Santa Ana, y se ha convertido en un destino turístico con restaurantes y quintas en sus alrededores.
“Nosotros también hemos visualizado que hay un problema con la posible privatización del lago de Coatepeque. Nosotros que vivimos aquí, antes se podía acceder por cualquier lugar, pero ahora se han construido muchas quintas, restaurantes y han cerrado los accesos”, manifestó.
“Nosotros hemos nacido aquí y por el momento sólo podemos acceder por dos puntos al lago, lo demás está privatizado y esos desechos de esas quintas y restaurantes van a dar al lago y eso lo contamina. Pueden visitarlo y acercarse a la orilla y verán la nata que se forma y eso es fatal, no sólo por el olor que despide, sino que el agua no se puede consumir y es el agua que nosotros utilizamos”, indicó González.
Cabe considerar que las medidas implementadas por el Estado de Emergencia sean positivas, agregó, pero no son suficientes o acertadas, al carecer de la consulta de los pobladores de las orillas del lago y en específico de las mujeres quienes son las que realizan las tareas del cuidado de sus grupos familiares.
“Queremos soluciones a largo plazo, no sólo un momento y hacer una pantalla, porque hemos visto instituciones que han venido, pero no pasan de hacer fotos en ruedas de prensa. Yo vivo a 3 kilómetros del lago, no tengo acceso al agua, pero tampoco no nos han dado ninguna solución pese a que estamos en la cuenca del lago y no tenemos agua. Esa es la problemática que deben atender las autoriades”, sostuvo González.
Asimismo, las comunidades en los contornos del lago de Coatepeque, esperan una atención integral del consumo de agua y las enfermedades presentes en la zona. “Queremos soluciones a nuestros problemas, con un Estado de Emergencia que atienda a la población”, señaló la lideresa, tras considerar que las respuestas deben ser integrales y con mayor cobertura de la población vulnerable.
“Nosotros quisiéramos un proyecto de agua potable para el consumo, que se cuide más las aguas del lago de Coatepeque y que también nos den acceso a él, porque está totalmente privatizado en la actualidad y que realmente se comprometa el gobierno para protegerlo porque es la fuente de alimentación para muchas personas que pescan, pero ahora los peces mueren”, indicó la lideresa.
Las aguas de Coatepeque contienen metales pesados
Cidia Cortes, bióloga e investigadora de AMAES, afirmó que han realizado estudios de sedimentos y examinado los metales pesados encontrados y alta fuentes de contaminación y que cuenta con 13 bombas de extracción de agua del lago.
“Este es un lago bello, pero ahora está enfermo”, dijo Cortés, al explicar que es una cuenca endorreica (salida subterránea) porque sus aguas no llegan al mar, pero señaló que hay estudios que han establecido que este lago tiene su salida subterránea que drena al río Sucio de Santa Ana y luego va a tributar al río Lempa.
“De la investigación que hicimos encontramos que en el agua pueden encontrarse una gran variedad de microorganismos, los cuales afectan en mayor o menor medida la calidad sanitaria del agua, además que la flora normal presente en cualquier sistema acuático como bacilos, Pseudomonas”, dijo.
“Existen otros microorganismos contaminantes, algunos de ellos patógenos (causan enfermedades) para el ser humano y animales. Una de las principales fuentes de contaminación son las aguas residuales que contiene materia fecal que puede ser vehículo de transmisión de patógenos”, agregó Cortés.
Sobre los materiales pesados, la bióloga señaló que la presencia de estos ocasionan diversas enfermedades, al referir que la investigación de AMAES, detectó “arsénico”, que se ha establecido que el consumo de agua contaminada con este metal puede causar cáncer y lesiones en la piel. También la han asociado a enfermedades cardiovasculares y diabetes.
“Con el plomo sabemos que personas expuestas a este metal tienen tendencia a padecer anemia, hipertensión, disfunción renal, inmune-toxicidad y toxicidad en los órganos reproductores”, explicó Cortés.
En cuanto a las “bacterias” señaló que en los análisis realizados, demostró que estas superan en número a cualquier “norma de calidad nacional e internacional”, en donde el canon en el país es de “cero” para el consumo humano y el agua del lago Coatepeque se encuentra en 8.0 NPM 100 mililitros (número más probable en 100 mililitros). La Organización Mundial de Salud (OMS) establece un parámetro de 0 UFC/ml, (Unidad Formadora de Colinas en un Líquido) para las bacterias coliformes totales.
“Nosotras hemos considerado que las cianobacterias crecen por el alto contenido de materia fecal que el agua tiene, ya que ellas (cianobacterias) proliferan por aguas negras o industriales”, indicó.
Asimismo, mencionó que los herbicidas y fertilizantes utilizados en los cultivos de maíz y frijol y hortalizas abonan a la contaminación y el impacto ambiental de construcciones de inmuebles alrededor de la cuenca del lago de Coatepeque, como la ocurrida en el cerro Afate, en donde empresas urbanísticas tensan los límites del medioambiente y atentan contra la población que se abastece de este recurso.