Asunción/PL/AFP
Varios focos de disturbios se mantienen hoy en esta capital, luego de la violencia desatada la víspera con la represión a manifestantes y el incendio provocado en la sede del Congreso paraguayo.
Sin embargo, los ciudadanos participantes en enfrentamientos con la policía desde anoche, y aún en esta madrugada, son infiltrados en la movilización que aprovechan la situación para cometer saqueos.
Esos comenzaron en medio del fuego desatado en el edificio del Parlamento al penetrar los sujetos en la confusión reinante y sustraer computadoras, televisores y otros equipos.
Después de ser sofocadas las llamas y calmarse un tanto el ambiente en torno a la edificación y sus alrededores, grupos de personas se dedicaron a cometer desmanes en el Microcentro asunceno.
Aún no está claro si el comienzo del enfrentamiento fue por parte de esos individuos o de los agentes policiales que acudieron al lugar, pero lo cierto es que unos a otros se lanzaron objetos.
Varios de ellos arrojados por los ciudadanos impactaron y causaron destrozos en un renombrado bar restaurante y algunos comercios aledaños del área.
El comienzo de los problemas ocurrió en la tarde del viernes cuando cientos de personas se movilizaron hasta las inmediaciones de la sede congresal en protesta por la aprobación poco antes de un proyecto de enmienda constitucional.
Un grupo de 25 senadores, mayoría de los integrantes de la Cámara alta, repitió entonces una votación irregular sin el aval de la máxima directiva ya realizada el pasado martes para decidir cambios al reglamento interno.
Ahora fue para la enmienda que conduzca a insertar la figura de la reelección presidencial en la carta magna, cuyo sufragio se efectuó fuera del salón plenario, en el local de la bancada del Frente Guasu.
Fue así porque el presidente del Senado, Roberto Acevedo, se había negado a convocar a una sesión extraordinaria para ese fin, como mismo pasó hacía tres días.
Los manifestantes contrarios a ese hecho, que lo califican de golpe parlamentario, fueron atacados por efectivos antimotines con balines de goma y chorros de agua, represión que causó varios heridos.
Entre esos estuvieron el titular del Partido Liberal Radical Auténtico, Efraín Alegre, y un diputado de esa formación opositora, con una lesión de cierta gravedad en el rostro.
Después de varias horas en silencio, el presidente Horacio Cartes utilizó su cuenta en la red social Twitter para hacer un llamado a la calma.
Sin mencionar el polémico tema de la enmienda, Cartes centró sus acusaciones en ‘un grupo de paraguayos empotrados en la política y en medios masivos de comunicación’.
De esos dijo que ‘no escatimarán esfuerzos para lograr el objetivo de destruir la democracia y la estabilidad política y económica del país’.
La reacción del mandatario ocurrió después que el arzobispo metropolitano, Edmundo Valenzuela, lo instara a dar la cara y emprendiera acciones para frenar la violencia.
Un muerto, decenas de heridos y capturados
La muerte de un opositor a manos de la policía ahondó este sábado la tensión en Paraguay tras la violenta jornada que también dejó unos 30 heridos y más de 200 detenidos en los choques de la víspera.
Los enfrentamientos iniciados la tarde del viernes degeneraron en el asalto de la sede del Congreso por furiosos manifestantes opositores que destruyeron verjas, portones, grandes ventanales y prendieron fuego en varios sectores del edificio.
Entre los heridos por impacto de balines de goma figuran el propio presidente del Congreso, el opositor Roberto Acevedo; el titular del partido Liberal, Efraín Alegre, y el diputado liberal Edgar Acosta, que recibió un proyectil en la boca, comprobó la AFP.
El presidente de la juventud liberal, Rodrigo Quintana, de 25 años, murió por un impacto de bala en la cabeza, después de la violenta irrupción de la policía en la sede de esa formación política en horas de la madrugada.
Un comunicado del ministerio del Interior dijo que las autoridades «investigan las circunstancias de la muerte presuntamente a manos de un efectivo de la Policía Nacional».
«Vamos a esclarecer totalmente lo ocurrido y los responsables serán puestos a disposición de la justicia», subrayó.
En tanto, 211 personas fueron detenidas, entre ellas menores de edad, y quedaron alojados en la sede de la Argupación Especializada de la Policía Nacional, según un parte policial.
Este sábado amaneció calmo con centenares de policías desplegados alrededor del edificio legislativo mientras militares reforzaron la guardia en el Palacio de Gobierno, a dos cuadras de distancia y en medio de quedó un tendal de destrozos.
Reelección
El oficialismo busca abrir la puerta a la reelección pero la oposición lo rechaza y pretende que se mantenga un único mandato presidencial, como lo dispone la Constitución de 1992.
A un año de la elección presidencial, la reforma permitiría postularse a un nuevo mandato al presidente conservador Horacio Cartes, en el poder desde 2013, y al expresidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), un exobispo católico destituido tras un juicio político.
Una mayoría de 25 senadores, de un total de 45, aprobó el viernes el proyecto de enmienda constitucional, y este sábado debía ser ratificado por la Cámara de Diputados, pero la sesión fue suspendida tras los disturbios.
La votación se llevó a cabo en una oficina del Senado, porque el salón plenario estaba ocupado por senadores del opositor Partido Liberal, que se oponen a la reforma.
Con estribillos tales como «Dictadura nunca más», centenares de opositores ingresaron al edificio legislativo luego de destruir portones, vallas y ventanales, y provocaron un incendio.
En el interior del Congreso, saquearon las oficinas de senadores que apoyaron la enmienda.
Referéndum
Después de la larga dictadura del general Alfredo Stroessner (1954-1989), la Constitución de 1992 prohibió la reelección presidencial, con el fin de proteger a Paraguay de un presidente que intentara aferrarse al poder.
La Cámara de Diputados, donde el gobierno tiene una gran mayoría, debe aprobar también el proyecto de reforma. El siguiente paso es un llamado a referéndum por el tribunal electoral en un plazo no mayor a tres meses.
«No vamos a sesionar el sábado. Me impresiona lo que está sucediendo. Me golpea muchísimo. Espero que vuelva la calma y la concordia», dijo el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Velázquez, en un mensaje por televisión.
El presidente del Senado, Roberto Acevedo, afirmó que la votación del viernes «es inconstitucional» y llamó a la Corte Suprema de Justicia a invalidarla.
«Queremos que la ciudadanía decida si quiere o no quiere la reelección a través de un referéndum», dijo la senadora Lilian Samaniego, presidenta del oficialista Partido Colorado, horas antes de los enfrentamientos.
Los opositores consideran a la aprobación de la enmienda constitucional un «golpe parlamentario» al tiempo que hicieron un llamado a la ciudadanía «para resistir por todos los medios a nuestro alcance».
Por la noche, Cartes calificó de «bárbaros» a los manifestantes y responsabilizó de los hechos a «un grupo de paraguayos empotrados en la política y en los medios de comunicación para lograr el objetivo de destruir la democracia y la estabilidad política y económica».
En su cuenta de Twitter, Cartes escribió: «La democracia no se conquista ni se defiende con la violencia» y ratificó la vigencia del «Estado de Derecho».