Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
Personas con discapacidades auditivas se presentaron este viernes a la Asamblea Legislativa para pedir que se regule y habilite las licencias de conducir para este grupo poblacional puesto que, de ello, depende transporte y trabajo de muchos.
“No darnos licencia es discriminación”, “falta establecer la escuela de manejo con enseñanza LESSA (Lengua de Señas Salvadoreñas)”, fueron algunas de las consignas que expuso este grupo poblacional. Lo que buscan es que exista un procedimiento para permitirles la licencia de conducir para tener el derecho de desarrollar “una vida autónoma”.
Las personas con discapacidad auditiva afirmaron que todas sus demás habilidades las tienen complemente facultadas, por lo que debería de existir mecanismos de adaptación para estudiar el material y hacer los exámenes (de manejo); así mismo, las capacitaciones también deberían impartirse en LESSA, ya que muchos de las autoridades policiales de Tránsito desconocen el LESSA.
Este sector de la población quiere que existan reformas en las leyes para que haya adaptaciones en el proceso para sacar la licencia de conducir, que les permitan obtener la licencia y poder conducir vehículos o motocicletas de forma legal; esto les permitirá trabajar sin problemas y ser productivos.
Una de las personas que participaron en la concentración dijo que la sordera no ha sido impedimento para desarrollarse; “yo tengo mi empresa en Cojutepeque, hago masajes y mi esposa maquilla, a la vez estamos haciendo una fundación (de personas sordas) para empoderarnos y apoyar a las personas sordas con sus necesidades, empezando por la licencia de conducir”.
Otros de los afectados, sostuvo que “toda la comunidad sorda estamos exigiendo (la solución) a un montón de necesidades y problemas; sabemos que es poco a poco y esperamos que la Asamblea nos atienda para que los sordos, nos podamos desarrollar en una vida independiente teniendo acceso a la licencia de conducir, estamos bien animados de seguir trabajando y no dejar caer todos estos proyectos, si no que tender un puente para las personas sordas y que todos podamos aprender de las personas sordas que podemos seguir adelante con nuestra vida y que nos sentimos orgullos de ser personas sordas”.
“Los sordos históricamente hemos venido sufriendo, estamos tristes y siempre hemos estado pensando en el sueño de la accesibilidad y poder estar en mismas condiciones que los oyentes. No es por mí, es por todos los compañeros y compañeras que a veces no se han atrevido a hablar, que no se han atrevido a buscar su mejor desarrollo y por eso es importante que apoyen”, añadió.
Las personas con discapacidad recordaron el primer día de gestión de Nayib Bukele, cuando en su discurso de toma de posesión usoólenguas de señas “¿qué significa la legua de señas?, significa comunicación para las personas sordas, no podemos usar la voz y oídos, pero seguimos siendo inteligentes, no quiere decir que estamos enfermos, o que tenemos algún problema, lo importante es la visión, no que nos hagan a un lado, soy salvadoreño, también necesito apoyo como los otros salvadoreños oyentes; es importante hacer alianza desde el Estado y la comunidad civil para que podamos desarrollarnos”, concluyó Herberth, quien busca que se apruebe legislación para permitir la licencia de conducir a personas sordas.
La diputada por el partido VAMOS, Claudia Ortiz, los recibió para que le presentarán sus problemáticas. “Nos sentimos honradas de representarles y ser aliadas de ustedes en esta lucha, la necesidad que nos están planteando es una lucha justa y pueden tener la seguridad que vamos a representarles para poder lograr que haya una regulación de la licencia de conducir para las personas sordas”.
VAMOS dijo que revisarán y armarán el anteproyecto de ley para luego, sostener una reunión con representantes para así presentarlo a la Asamblea Legislativa como una pieza de correspondencia.
Según datos del Consejo Nacional de Atención Integral a la Persona con Discapacidad (CONAIPD), y la Asociación Salvadoreña de Sordos, (ASS), en El Salvador existen más 28,526 personas que tienen alguna discapacidad auditiva, más de 6,000 personas sordas, y aproximadamente 22,500 personas que tienen pérdida de audición o disminución de la capacidad auditiva.