Harrison/Estados Unidos/AFP
Perú confirmó este martes que es una de las selecciones más en forma del mundo al derrotar 3-1 a Islandia en el Red Bull Arena de Harrison (Nueva Jersey), unos días después de haber dado cuenta también de Croacia en su camino hacia el Mundial Rusia-2018.
Perú no conoce la derrota desde el 15 de noviembre del 2016, cuando cayó 2-0 ante Brasil. Desde entonces acumula ocho triunfos y cuatro empates.
Renato Tapia, a los tres minutos, Raúl Ruidíaz, a los 58, y Jefferson Farfán, a los 76, hicieron los tantos de los sudamericanos.
Por los europeos había puesto las tablas momentáneamente Jón Gudni Fjóluson a los 22.
«Tenemos grandes jugadores, con ellos estamos potenciando el colectivo (…) El equipo sabe lo que quiere en el campo de juego, eso me deja tranquilo», apuntó el DT de los peruanos, el argentino Ricardo Gareca.
«Siempre es importante ganar. El rival de hoy tiene características similares a las que vamos a enfrentar más adelante», añadió en referencia a Dinamarca, con el que comparte el Grupo C junto a Australia y Francia.
Los dos equipos llegaban al encuentro en un estado anímico totalmente opuesto: los incas venían de derrotar 2-0 a la potente selección croata de Luka Modric e Ivan Rakitic, mientras los «vikingos» habían sido goleados 3-0 por México.
Gareca no pudo contar con Edison Flores, por lesión, ni con Yoshimar Yotún, por sanción, pero el equipo no los echó de menos. Islandia, por su parte, realizaba hasta siete cambios con respecto al cuadro que cayó ante los aztecas.
Y el choque no pudo arrancar mejor para los sudamericanos. Aupados por los miles de peruanos que llenaron las gradas, los de Gareca se adelantaron a los tres minutos gracias a una acción de pelota parada, a priori la especialidad de sus rivales: Miguel Trauco lanzó una falta desde la izquierda y Tapia se adelantó a todos para adelantar a los suyos.
Islandia se había dormido durante unos segundos y Perú lo había castigado duramente.
Como si fueran locales en Estados Unidos, los hinchas lo festejaron con «olas» y «olés», continuando la fiesta que habían iniciado días atrás en Miami.
Perú entonces no se conformó. Dominó la pelota de principio a fin, con varias acciones combinadas al alcance de pocas selecciones mientras sus contrincantes no eran capaces de hilvanar tres pases seguidos.
En el 11, André Carrillo pudo ampliar la renta con una gran acción que atajó el arquero islandés. Pero del 2-0 se pasó al 1-1 en una jugada calcada a la del primer tanto: Birkir Bjarnason lanzó un saque de esquina y Jón Gudni Fjóluson se adelantó a todos para firmar las tablas.
El tanto aturdió a los incas. Habían sido superiores con el balón en los pies pero habían cometido un solo error y veían el 1-1 en el luminoso.
Sin embargo, el paso de los minutos les devolvió la confianza y Carrillo en el 38 y Farfán hasta por dos veces tuvieron el segundo tanto en sus botines pero erraron cuando ésto era lo más complicado.
Ambas escuadras abandonaban el terreno de juego rumbo a los vestuarios con sensaciones enfrentadas: Islandia podía dar gracias por el resultado mientras Perú se marchaba frustrada porque su dominio no se hubiera traducido en más goles.
El descanso espoleó a los de Gareca, que salieron al campo con energía y hambre renovada.
Así, los goles no se hicieron esperar: a los 58 Ruidíaz apareció desde atrás para empujar a las redes un cabezazo de Farfán y la «Foquita», poco después, culminó una gran jugada colectiva para sentenciar el marcador.
La fiesta era plena. La racha seguía abierta.
Solo un «pero»: que falten casi dos meses y medio para el comienzo del Mundial.