Lima/Prensa Latina
Los peruanos tendrán mañana las elecciones más reñidas de su historia, signadas por la dispersión y la ausencia de certezas, salvo la de que habrá una segunda vuelta para elegir a un gobernante minoritario.
La fragmentación se refleja en la existencia de 18 competidores y, según las últimas encuestas privadas conocidas por la prensa internacional, los clasificados al balotaje lo lograrán con entre diez y 20 por ciento de los votantes, es decir que no tendrán mayoría parlamentaria.
La mayor parte de los votos se reparten entre casi media docena de postulantes que encabezan con reducidos porcentajes los sondeos, cuya publicación en Perú está prohibida desde el lunes último, aunque han trascendido a la prensa internacional.
El grupo de los que se prevé ganarán en la primera vuelta lo integran los izquierdistas Verónika Mendoza y Pedro Castillo, el populista Yoni Lescano y los neoliberales Keiko Fujimori, Hernando de Soto y Rafael López Aliaga.
La sorpresa de la recta final de la competencia es Castillo, quien estaba fuera del interés de la prensa y por razones todavía por explicar, es ubicado por las encuestas en el elenco estelar.
En el lado derecho del espectro político hubo varios favoritos sin consistencia, como el hoy virtualmente eliminado exfutbolista George Forsyth, quien desde que era el publicitado alcalde del municipio de La Victoria, lideraba netamente los sondeos preelectorales desde hace un año, pero en marzo último perdió la punta.
El populista Yonhy Lescano pareció despuntar en las siguientes semanas, pero factores como su pobre desempeño en los debates y la falta de fundamento de sus encuestas han frenado su avance, aunque tiene posibilidades de acceder a la final de junio próximo.
Después comenzó a crecer el derechista extremo Rafael López Aliaga, pero su fundamentalismo religioso, sus excesos verbales y frecuentes falsas afirmaciones, detuvieron su avance y le ganaron el apodo de ‘Bolsonaro peruano’, ante lo cual en los últimos días alegó que se prepara un fraude electoral.
El economista Hernando de Soto tuvo también su momento de breve optimismo al aumentar sus preferencias ciudadanas, hasta que su megalomanía, con una dosis de mitomanía, le impidieron seguir avanzando.
Los yerros de Soto, López Aliaga y Forsyth aparentemente fortalecieron a Fujimori, a quien se daba por descartada hasta hace unas semanas, por su antivoto (electores que declaran que nunca votaría por ella), que llegó hasta 70 por ciento, pero ahora tiene posibilidades de pasar a la ronda decisiva.
La semana se ha caracterizado por otra parte por una encarnizada guerra de ataques y mentiras en las redes de Internet, que se enfocan desde hace meses sobre todo en la candidata Mendoza, con maniobras como la difusión de una foto de una entrevista de TV con un texto falso que la hace decir que ‘comer una vez al día es suficiente’.
En los últimos días, el sorpresivo avance de Castillo, promovido y casi estimulado por la prensa neoliberal con el evidente fin de debilitar a Mendoza, lo ha hecho, por su impensada magnitud, también objeto de acusaciones de proterrorismo y otras.