Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
“ Hemos llegado a tener uno de nuestros grandes anhelos, graduarnos de bachiller al finalizar nuestros estudios de educación media”, dijo Armando Molina, uno de los 37 privados de libertad que obtuvieron su título de bachiller, pese a permanecer recluidos en un centro penal del país.
Una gran sonrisa de alegría irradiaba su rostro al recibir su título, mismo que pese a las dificultades y adversidades enfrentadas en un recinto penitenciario ha obtenido, un logro de vida que lo enruta a lograr sus sueños.
“Después de varios años en condiciones adversas nos damos cuenta que nada es imposible cuando existe un firme propósito. Nuestra vida está cargada de sueños, que solamente se pueden alcanzar si trabajamos duro planificando nuestra propia ruta. Nos hemos dado cuenta que cada éxito por pequeño que sea requiere de sacrificios”, afirmó el graduado.
Molina es uno de los 37 alumnos que han concluido sus estudios en el Centro Escolar Prof. Abraham Mena, ubicado dentro de las instalaciones del penal de San Miguel.
Según información de la Dirección General de Centros Penales, 17 centros escolares funcionan como parte del Consejo Institucional Educativo (CIE), organismo descentralizado que provee los servicios de educación en instituciones estatales.
El director Marco Tulio Lima afirma que actualmente son 9,500 privados de libertad los matriculados en este año lectivo. Los internos, además, tienen la oportunidad de incorporarse al Modelo de Gestión Penitenciaria “Yo Cambio”.
“El sistema penitenciario cuenta con una red de centros de estudio que permiten garantizar el derecho a la educación. Cerca de 255 estudiantes iniciarán carreras en línea por la Universidad de El Salvador. Hemos alcanzado calificaciones muy altas en la PAES, tenemos un sistema inclusivo que brinda esta oportunidad”, dijo el director general.
El máximo jefe de Penales recalcó que estas acciones corresponden al modelo penitenciario Yo Cambio, lo que garantiza un sistema penitenciario más humano y más seguro.