Washington / PL
El presidente estadounidense, Donald Trump, decretó el estado de emergencia nacional con el fin de construir un muro en la frontera con México, una acción que amenaza con una batalla legal ante el rechazo de sectores de este país.
‘Voy a firmar una declaración de emergencia, como han hecho otros presidentes antes que yo por cosas menos importantes’, expresó en un discurso en la Casa Blanca.
No es solo una cuestión de promesas electorales, hay una verdadera crisis de seguridad. Y decir que el muro no sirve es solo una mentira, una gran mentira, justificó.
Según Trump, la barrera ayudará a combatir el tráfico de droga y la criminalidad, un argumento rechazado por políticos, activistas y diversos expertos.
Para el mandatario, el estado de emergencia nacional permite a su gobierno destinar diversas partidas presupuestarias para financiar la construcción de la barrera, aunque numerosos políticos y analistas no están de acuerdo con esa interpretación.
El dignatario empleará en la obra ocho mil millones de dólares, 2,3 mil millones más que los 5,7 mil millones solicitados al Congreso, que solo le autorizó mil 375 millones.
Tras la declaración, el Gobierno liberará para la obra 2,5 mil millones destinados a la lucha contra el narcotráfico, 3,5 mil millones del presupuesto para construcción de instalaciones militares y 600 millones de las confiscaciones de drogas del Departamento del Tesoro.
A ello se sumaría, para completar los ocho mil millones, los mil 375 sancionados ya por el Capitolio.
Pero la medida desató un terremoto en el legislativo, donde incluso numerosos miembros de su propio partido abrieron fuego contra el presidente.
No debió hacerlo, afirmó el senador republicano Chuck Grassley, quien auguró una batalla legal para dilucidar si el presidente tiene autoridad para gastar dinero sin consultar al legislativo.
La Constitución es bastante clara: el gasto se origina y está dirigido por el Capitolio, coincidió el también miembro de la Cámara alta Rand Paul.
Su colega Lamar Alexander consideró el plan de Trump como ‘una mala idea’ mientras Susan Collins, Republicana de Maine, afirmó que es un gran error y pronosticó que será impugnado en los tribunales.
La acción del mandatario amenaza con ‘desencadenar una furiosa guerra legal que podría atascar el proyecto durante meses o años’, advirtió el portal noticioso Politico.
Si bien los jueces a veces bloquearon el gasto visto como no autorizado por el Congreso, casi nunca interfirieron o cuestionaron la declaración de un presidente de una emergencia militar o de seguridad nacional, subraya Politico.
Pero ahora, comenta, el historial de declaraciones erráticas e inflamatorias de Trump, sus frecuentes desconexiones retóricas y su tendencia imaginarse crisis podría provocar que un magistrado bloquee la medida.
‘No hay una emergencia nacional. Si Trump sobrepasa su autoridad y abandona las negociaciones con el Congreso al declarar una emergencia nacional inventada (…) haremos lo que sea necesario para responsabilizarlo. Nadie está por encima de la ley’, advirtió el fiscal general de California, Xavier Becerra.
«La declaración ilegal del presidente sobre una crisis que no existe violenta gravemente nuestra Constitución y hace a Estados Unidos un país menos seguro, al robar fondos urgentemente necesarios de Defensa destinados a la seguridad de nuestros militares y nuestra nación», dijeron la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, en un comunicado conjunto.