Bogotá/Prensa Latina
Ante miles de personas, en un acto histórico, Gustavo Petro se convirtió el domingo en el primer presidente de las fuerzas progresistas y de izquierda en Colombia. «Aquí está como en el recorrido de mi existencia, el pueblo. Las manos humildes del obrero, aquí están las campesinas y las que barren las calles», dijo Petro luego de mencionar a sus padres, hijo y esposa quienes son esencial en su vida, también política. «Aquí están los corazones del trabajo, las ilusiones de quien sufre, aquí están las mujeres trabajadoras que me han abrazado cuando decaigo, cuando me siento débil, el amor al pueblo, a la gente que sufre excluida, es el que me tiene aquí para unir y construir una nación», expresó.
La ceremonia de investidura fue una gran fiesta popular caracterizada por una explosión de cultura, expresiones artísticas de los más diversos territorios de este país pluriétnico, en las calles y espacios públicos aledaños a la Plaza de Bolívar, en esta capital, escenario de la ceremonia de toma de posesión.
Petro saludó también a los jefes de Estados que asistieron a esta jornada de trascendencia para la historia del pueblo colombiano.
Luego de tomar juramento como mandatario de Colombia, posesionó a su vicepresidenta Francia Márquez, pero en ese instante pidió traer a la ceremonia la espada de Bolívar que el expresidente Iván Duque se rehusó a cederla para la ceremonia.
«Como presidente de Colombia le solicito a la casa militar traer la Espada de Bolívar. Es la orden del mandato popular de este mandatario. Casa militar traigan la Espada de Bolívar», fue la primera orden de Petro como gobernante.
Minutos después, escoltada por la guardia campesina y la presidencial, la espada de El Libertador entró al escenario de transmisión de mando.
Petro tomó juramento de Francia y pronunció un discurso memorable en el cual expuso su decálogo y compromisos de su gobierno. Paz, unidad, desarrollo, lucha contra la corrupción, nueva política antidrogas, integración, defensa del medio ambiente, diálogo, seguridad, inclusión, entre otros, fueron los temas abordados por el nuevo mandatario en su alocución.
«Hoy empieza la Colombia de lo posible. Estamos acá contra todo pronóstico, contra una historia que decía que nunca íbamos a gobernar, contra los de siempre, contra los que no querían soltar el poder. Pero lo logramos”, subrayó el presidente.
“Hicimos posible lo imposible. Con trabajo, recorriendo y escuchando, con ideas, con amor, con esfuerzo. Desde hoy empezamos a trabajar para que más imposibles sean posibles en Colombia. Si pudimos, podremos», enfatizó. Tras su discurso, en otro acto protocolar, Petro y su familia, acompañados por altos mandos militares, se trasladaron a la Casa de Nariño, residencia y lugar de trabajo del presidente, donde el gobernante Iván Duque lo esperó para luego salir de ella.
Con rechiflas, gritos de «fuera Duque», salió el exmandatario quien estuvo cuatro años al frente de la sede gubernamental, un periodo considerado de retrocesos en materia de paz y seguridad, entre otros aspectos.
También, en esta jornada, el flamante jefe de Estado posesionó a sus los titulares de su gabinete ministerial para, de esa forma, iniciar oficialmente su gobierno.