Río de Janeiro/dpa
El estadounidense Michael Phelps agigantó aún más su leyenda y en una noche para el recuerdo elevó a 21 su récord de oros olímpicos con sus triunfos en los 200 metros mariposa y en los relevos 4×200 libre de los Juegos de Río de Janeiro.
A sus 31 años, la superestrella de la natación añadió un nuevo capítulo a su mágica carrera al sumar su primer oro individual en Río 2016 e instantes después engrosar en las postas una cifra descomunal.
Con los dos de ayer, Phelps suma ya tres oros en Río 2016: los 200 mariposa y los relevos 4×100 libre, que ganó el domingo por la noche, y 4×200. La irreal cifra podría seguir creciendo, ya que Phelps tiene previsto competir aún en los 200 combinados y los 100 mariposa.
“Cuando regresé le dije a (el entrenador) Bob (Bowman) cuánto quería ese 200. Ingresé a la piscina con una misión, y la misión fue cumplida”, dijo Phelps en una multitudinaria rueda de prensa que brindó pasada la 1 de la madrugada.
Phelps demostró, especialmente en la prueba individual, que su mito sigue más vivo que nunca. El estadounidense se llevó el triunfo en los 200 mariposa con un tiempo de 1:53,36 minutos y superó por cuatro centésimas al japonés Masato Sakai, que en las brazadas finales estuvo a punto de arruinar la hazaña de un Phelps que hasta entonces venía dominando con cierta claridad la carrera.
El bronce fue para el húngaro Tamas Kenderi, con 1:53,62, y cuarto terminó el sudafricano Chad Le Clos (1:54,06), el hombre que había dejado a Phelps sin el oro en la misma prueba hace cuatro años.
Tras ver confirmada su victoria, el mito viviente de la natación alzó el dedo índice y celebró con suficiencia antes de saludar a sus rivales.
Sonriente y emocionado, el estadounidense recibió una ensordecedora ovación del público y alzó los brazos en señal de victoria. Tras la ceremonia de premiación, se subió a la grada a saludar a su pareja Nicole Johnson, a su madre, y a su pequeño hijo Boomer, de tres meses. La fuerza que, según dijo, le permitió dejar atrás unos últimos tiempos de turbulencias.
“Esta era la carrera que realmente quería esta noche. La quería otra vez conmigo”, dijo Phelps, que recordó que tras aquella inesperada plata en Londres 2012 quedó “en llamas”. “Lo que pasó hace cuatro años me golpeó”, recordó, al tiempo que aclaró que lograr un doblete de oros “es mucho más duro de lo que era antes”.
Pero eso no fue todo. Minutos después, ya sobre la medioanoche carioca, volvió a salir a la piscina para competir en las postas y continuar la lluvia de oros.
Ayudado por la superioridad aplastante de sus compañeros norteamericanos, Phelps sólo tuvo que sostener la ventaja en el último de los cuatro relevos para colgarse su segundo oro de la noche en un Estadio Acuático Olímpico que enloqueció con sus triunfos.
Conor Dwyer, Townley Haas, Ryan Lochte y Phelps hicieron un tiempo combinado de 7:00,66 minutos frente a los 7:03,13 del Reino Unido. El bronce fue para Japón, que terminó a 37 centésimas de los británicos.
Phelps corono así una noche mágica e histórica, ya que alcanzó las 21 medallas de oro en Juegos Olímpicos y las 25 en total.
Los Juegos de Río podrían marcar el final definitivo de la carrera de Phelps, pese al grito de “Four more years, four more years” (cuatro años más) de sus compañeros.
Tras debutar en Sydney 2000 con 15 años, Phelps sumó sus primeros seis oros en Atenas 2004, a los que agregó ocho más en Pekín 2008 -donde ganó todas las pruebas que disputó-, cuatro más en Londres y de momento dos más en Río.
Ledecky y Hosszu coleccionan oros
Phelps atrajo todos los focos, pero no fue el único en celebrar esta noche. También Katie Ledecky, la otra superestrella estadounidense, y la húngara Katinka Hosszu engrosaron su colección de triunfos.
Ledecky conquistó su segundo oro en Río al imponerse en la final de los 200 metros a la sueca Sarah Sjostrom. Se trató del oro más difícil de Ledecky, que debió batallar cabeza a cabeza con su rival en los metros finales para alzar la segunda de las tres victorias individuales que aspira a lograr en Brasil.
Ledecky tocó la pared con un tiempo de 1:53,73 minutos frente a los 1:53,98 de Sjostrom. El bronce fue para la australiana Emma McKeon, con una marca de 1:54,92.
Hosszu, en tanto, sumó su tercera victoria en Río al ganar en los 200 metros combinados. La nadadora húngara dominó la prueba de principio a fin e hizo un tiempo de 2:06,58 minutos, nuevo récord olímpico, para superar por 30 centésimas a la británica Siobhan-Marie O’Connor. El bronce se lo quedó la estadounidense Maya Dirado con 2:08,79.
Hosszu, que hasta los Juegos de Río no había ganado ningún oro olímpico pese a sus cinco títulos mundiales, suma ya tres triunfos en Brasil: 200 y 400 estilos y 100 metros espalda.