Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
Ante las amenazas del cambio climático a la seguridad alimentaria, la Alianza de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Soberanía y Seguridad Alimentaria (NutrES) pidió a la Asamblea Legislativa iniciar un proceso de discusión para los usos del agua.
Por más de 30 días ha afectado la sequía en El Salvador, impactando la producción agrícola, la disponibilidad de agua y seguridad alimentaria de la población. Esta situación está generando especulación de precios de granos básicos, tanto en el campo como en la ciudad, aunque cabe destacar que el mayor impacto lo sienten las zonas donde la principal actividad económica está concentrada en pequeños agricultores, como la zona oriental del país.
“En un contexto como el que estamos teniendo del cambio climático, hay que garantizar el uso del agua aprobando la Ley General de Agua regida en razón del agua para riego y el de agua potable y saneamiento. No debemos quedarnos solo con el recurso que el cambio climático es una realidad”, manifestó Danilo Pérez, del Centro para la Defensa del Consumidor. Según los datos proporcionados, tres de cada cinco hogares se encuentra en inseguridad alimentaria nutricional, por lo que demandaron un plan social para garantizar una respuesta al tema del hambre.
Piden apoyo internacional
El Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC), conformado por los ministros de Agricultura de los países del Sistema de la Región Centroamericana (SICA), llamó a la comunidad internacional y organismos de cooperación a sumarse a los esfuerzos que realizan los gobiernos del istmo, para atender a los productores y demás población afectada por la sequía. El Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador informó que además de solicitar a los organismos internacionales y de cooperación su apoyo para atender a la población rural vulnerable ante estos fenómenos, los funcionarios pidieron a los ministros de Relaciones Exteriores de los países de la región SICA que agilicen iniciativas que existen en diferentes espacios y organismos internacionales, para generar la capacidad de financiamiento que permita atender de inmediato los programas de adaptación y resiliencia de los países de la región ante la variabilidad y el cambio del clima.