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Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Con pancartas y consignas, grupos y asociaciones de la Universidad de El Salvador (UES) marcharon hasta la 25 avenida norte de San Salvador, para recordar los 47 años de la masacre cometida por el ejército, que con tanquetas, armas de fuego y gases lacrimógenos reprimieron una marcha organizada en oposición a la intervención militar del centro universitario en Santa Ana, el 25 de julio de 1975.
Los estudiantes y trabajadores del Alma Mater pidieron se honre la memoria de los caídos hace 47 años, construyendo una plaza pública que lleve por nombre de “Plaza Héroes y Mártires 30 de julio de 1975”, con un mural donde se estampen sus nombres, exija justicia y reparación por la masacre.
Asimismo, decretar el 30 de julio Día del Estudiante Universitario, en honor a los caídos en la lucha; además, que en compensación del Estado hacia la UES pase a la administración del Alma Mater las instalaciones del cuartel San Carlos y otras, con el objetivo de ser patrimonio cultural y utilizar dicha infraestructura para la demanda de estudiantes a esta única casa de estudios superiores púbica.
“Que nunca se vuelva a registrar un hecho cruel y despiadado similar, con el objetivo de silenciar el pensamiento crítico de los estudiantes; nunca más permitir que cuerpos de seguridad intervengan la universidad tanto en la sede central, como las facultades multidisciplinarias, respetando la autonomía universitaria, permitiendo el libre ejercicio de la democracia, tanto de las autoridades como del sector estudiantil”, manifestaron las organizaciones de estudiantes.
A la vez, indicaron que este 30 de julio la UES salió a conmemorar a sus mártires, así como para exigir la reparación a las familias de las víctimas, reiteraron la postura de inconformidad ante la deuda que el Estado, a lo largo de la historia ha tenido con la insuficiente asignación presupuestaria, lo cual limita el desarrollo académico, científico, docente, investigativo y de protección social de las 12 facultades. Estas políticas de retrocesos son acompañadas con el Régimen de Excepción y las capturas arbitrarias.
Para los estudiantes, después de 47 años persiste la impunidad y el ocultamiento de la verdad, de la misma forma el país se encuentra ante un régimen totalitario de nuevo tipo, pero con similares características al coronel Armando Molina, con un Régimen de Excepción que ha dejado la muerte de personas inocentes y sin vínculo con pandillas.
Foto Diario Co Latino/cortesía.
La población cada vez está sumida en el desempleo, delincuencia, migración y pobreza galopante; producto del endeudamiento descontrolado del Estado que será pagado centavo a centavo por la clase trabajadora más pobre del país.
El 30 de julio de 1975 a las 2:00 p.m fue programada la marcha de la UES al parque Libertad, el presidente Arturo Molina advirtió públicamente que la anunciada marcha de estudiantes universitarios no debía hacerse, de lo contrario “actuarían con todo el peso de la ley en contra de toda alteración del orden público”.
Después de 47 años el país se encuentra ante un régimen totalitario, con un Estado de Excepción que ha dejado la muerte de personas inocentes y sin vínculo con pandillas. Foto Diario Co Latino/cortesía.
Al llegar al tramo entre el Seguro Social y el hospital Rosales la marcha fue interrumpida por el Ejército y Guardia Nacional, quienes dispararon contra los manifestantes. Después de ametrallar a los estudiantes, las tanquetas les pasaban por encima a los heridos, las calles fueron lavadas por carros cisternas de Bomberos y los cuerpos de los manifestantes asesinados desaparecidos, aún no se sabe la cantidad exacta de los muertos. Por esa fecha, se desarrolló en el país el certamen de belleza “Miss Universo”, donde mediáticamente El Salvador fue vendido como “El País de la Sonrisa”, tratando de proyectar internacionalmente una imagen que no correspondía a la realidad de las amplias mayorías empobrecidas, ocultando la represión a cualquier reivindicación académica, sindical, estudiantil o popular que pusiera en entredicho la postura oficial de aquella dictadura.
La sangre derramada hace 47 años en las calles de San Salvador sigue fresca, con ese color rojo intenso continúa exigiendo justicia y denunciando el militarismo, para prevenir otra masacre como la ocurrida contra los estudiantes de la UES el 30 de julio de 1975.
Es urgente detener el avance de la dictadura de nuevo tipo que está implementando Bukele, el odio, la bota militar, las balas, los cuerpos represivos, el Estado policiaco deben ser cosas del pasado porque el desarrollo social jamás será posible bajo el miedo y la imposición. Los estudiantes, en particular de la UES, siguen combativos, enarbolando las banderas de lucha de los héroes caídos el 30 de julio.
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