@JoakinSalazar
Casi 30 años han transcurrido del vil asesinato. Familiares y amigos de uno de los máximos líderes en la defensa de los derechos, Herbert Anaya Sanabria, solicitaron la reapertura del caso, ante el Juzgado de Instrucción de Mejicanos, al considerar que el juicio fue equivocado, al juzgar a una persona que no tuvo relación en el asesinato, perpetrado el 26 de octubre de 1987.
Mirna Perla, viuda de Anaya Sanabria y ex magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), aseguró que el juicio fue un show montado, puesto que no hubo un proceso imparcial creando un fraude procesal.
Herbert Ernesto Anaya Sanabria fue presidente de la Organización No Gubernamental, Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), siendo el cuarto líder de la entidad asesinado o desaparecido, durante la década de los 80´s, en medio del conflicto armado en el país, y al igual que el resto de casos, no fue esclarecido de forma satisfactoria su asesinato.
,En el informe de la Comisión de la Verdad en 1993 estableció que no se ha logró establecer quien fue el responsable del asesinato del defensor, en aquel momento, la policía de la época detuvo a Jorge Alberto Miranda Arévalo, miembro del Ejército Revolucionario del Pueblo, al presuntamente admitir los hechos, declaración de la que se retractó después alegando haber sido presionado por el primer Gobierno de ARENA.
Miranda Arévalo fue condenado en 1991 a la pena máxima por asesinato, 30 años de prisión, no obstante, la Comisión de la Verdad declaró que los derechos básicos del imputado fueron violados en el juicio y el tratamiento de la Policía.
Perla afirmó que Jorge Alberto Miranda fue juzgado injustamente, dado que él y muchos miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos fueron torturados y amenazados para admitir los hechos, generando impunidad en los hechos.
Anaya Sanabria fue asesinato el 26 de octubre de 1987, en el estacionamiento de la colonia Zacamil, en Mejicanos. Según testigos, tres hombres participaron en el asesinato; su asesinato generó protestas y diversos sectores culpaban al Gobierno demócrata cristiano y a la embajada de Estados Unidos de estar involucrados en el asesinato. Y es que tras las fuertes denuncias realizadas por Anaya Sanabria por las violaciones a derechos humanos, el gobierno del PDC y la Embajada de Estados Unidos afirmaron que este era líder guerrillero y que CDHES era una arma de propaganda rebelde.