Gabriela Sandoval
@Gabriela_Sxndo
El colectivo Suchitoto Contra las Granjas presentó unos escritos ante la Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA), en los que expresaron su descontento con la operación de la Granja Suchitlán, gestionada por Avícola Salvadoreña S.A. de C.V., debido a “los graves impactos ambientales y sociales” que representa para las comunidades de Suchitoto, Cuscatlán.
“Se presentó una comisión de abogados de forma pasiva a entregar un documento que contiene los daños a futuro y presentes de las comunidades (…) entonces, ¿qué va a pasar en un futuro? ¿Qué será de nuestros hijos? Lo único que pedimos al gobierno es que haga reformas a la Ley de Medio Ambiente”, mencionó un afectado de Suchitoto.
El colectivo, amparado en los artículos 77 y 78 de la Ley General de Recurso Hídrico, interpuso tres escritos de oposición al uso de agua del pozo de la Granja Suchitlán. También criticaron que estas granjas industriales avícolas suelen ser propiedad de grandes empresas que no están arraigadas en la comunidad local y que no aportan a la economía de la zona. Este modelo afecta negativamente a los pequeños productores locales, quienes enfrentan dificultades para competir con los precios más bajos de las grandes corporaciones.
Otro punto de preocupación es el impacto en la salud. La manera en que se crían y alimentan las aves en estas granjas a menudo implica el uso intensivo de antibióticos y otros productos químicos. Esto puede provocar resistencia a los antibióticos, complicando el tratamiento de enfermedades tanto en humanos como en animales.
Según las comunidades, la extracción excesiva de agua en Suchitoto asciende a 114 mil 472 metros cúbicos anuales y amenaza la disponibilidad de agua potable para 2,031 personas en 10 comunidades.
“Pedimos que se prohíba terminantemente la construcción de las granjas, tanto avícolas como los criaderos de cerdos, porque los pozos que ellos perforan están contaminando las comunidades. Además, el pozo que hizo la Avícola en el cerro de Guazapa va a contaminar con los años las comunidades hacia el norte. Nos va a pasar igual que cuando las personas comenzaron a morir en la zona donde había algodoneras”, concluyó un miembro del colectivo.