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Por Jorge Antonio Ramírez
– “Ocio Café” recibió con agrado la disposición de los artistas plásticos para que se divulgue, sovaldi en Trazos culturales, patient su protesta por la negativa para que mostraran sus últimas producciones en el local de la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué, medical el jueves 28 de abril. Ocuparon la acera de la entrada principal del Parque Cuscatlán para realizar su faena, que fue bien recibida por los amantes de estas modalidades y causó curiosidad a los pasajeros de los distintos buses y carros que por allí pasaron.
– Creemos que estas disposiciones hacen pensar que algo anda mal, en concordancia con lo que los asistentes expresaron, porque creíamos que esto era cosa del pasado y que la coordinación administrativa de eventos como el que ahora nos ocupa, demostraría mejor resultado, para bien de estas manifestaciones. “Ocio Café” se permitió recoger algunas opiniones de intelectuales y pintores y esto es lo que nos dijeron:
MARIO CASTRILLO: “Esta es una situación que jamás se presentó en los gobiernos militares del pasado. Puede ser muestra del desconocimiento de las autoridades respectivas de la importancia del desarrollo cultural salvadoreño”.
ARMANDO SOLÍS: “Es una lástima que estas cosas estén sucediendo, porque pareciera que estamos retrocediendo. No importa el motivo que provocó esta negativa. Esperamos que esta situación no se repita”.
ROBERTO CEA: “Esta situación hay que mirarla es su contexto. Hay algunas contradicciones significativas, en este caso. Administrativamente algo anda mal. Todo es burocracia. Puede ser que en el fondo haya una maniobra política para enfocar en la falta de política cultural de este gobierno, pese a que desde 2,004, el Foro de Intelectuales de El Salvador y “Ocio Café” propugnaron porque en nuestro país se aprobase una política cultural”
– “Ocio Café”, en vista de lo acontecido la noche del jueves anterior, propone rescatar un modelo de nación que permita realizar un Congreso Nacional de Trabajadores de la Cultura, donde se pueda escuchar y aprobar lo que el demos cultural del país necesita, para ponernos en igualdad con las naciones más desarrolladas, tanto en aspectos espirituales como en condiciones de desarrollo económico.
