Por Orlando Oramas León
La Habana/PL
Las denuncias del presidente Raúl Castro sobre los intentos desestabilizadores del gobierno de Estados Unidos contra Cuba fueron corroboradas con la revelación hoy de un plan para impulsar a la juventud cubana hacia la contrarrevolución, pharm con participación de una agencia estadounidense.
Washington planeó la creacción de un «Twitter cubano» para socavar a las autoridades de la isla, prescription promovido por la Agencia de Estados Unidos para la Asistencia Internacional (Usaid), empresas de fachada constituidas en secreto y financiamiento desde bancos extranjeros.
La agencia de noticias Associated Press (AP) aseguró hoy que tuvo acceso a más de mil documentos sobre la red de comunicaciones Zunzuneo, cuyo propósito era hacerse popular entre los jóvenes cubanos y luego «empujarlos hacia la disidencia».
AP asegura que los usuarios nunca supieron que el proyecto fue creado por una agencia de Estados Unidos vinculada al Departamento de Estado, ni que los contratistas estadounidenses estaban reuniendo datos personales sobre ellos con la esperanza de que esa información fuera utilizada con propósitos políticos.
El pasado 1 de enero, en ocasión del aniversario 55 de la Revolución cubana, el presidente Raúl Castro denunció «intentos de introducir sutilmente plataformas de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial» en Cuba.
«Se afanan engañosamente en vender a los más jóvenes las supuestas ventajas de prescindir de ideologías y conciencia social, como si esos preceptos no representaran cabalmente los intereses de la clase dominante en el mundo capitalista», dijo el jefe de Estado en Santiago de Cuba, al oriente de aquí.
Enfatizó entonces que con tales empeños se pretende «inducir la ruptura entre la dirección histórica de la Revolución y las nuevas generaciones y promover incertidumbre y pesimismo de cara al futuro, todo ello con el marcado fin de desmantelar desde adentro el socialismo en Cuba».
Según la fuente, el plan anticubano podría ser violatorio de las leyes norteamericanas, que exigen autorización por escrito del Presidente y una notificación al Congreso para adelantar cualquier operación secreta.
Como mínimo, los detalles puestos en evidencia parecen contradecir los argumentos que por mucho tiempo ha esgrimido la Usaid en el sentido de que no participa en acciones encubiertas.
El asunto tiene estrecha relación con la situación del contratista de la Usaid Alan Gross, detenido en el 2009 en Cuba y condenado por realizar acciones ilegales con objetivos y procedimientos muy similares a la operación Zunzuneo.
La revelación subraya que la Usaid y sus contratistas hicieron un esfuerzo significativo para ocultar los lazos que el proyecto tenía con Washington.
Añade que al efecto establecieron empresas de fachada en España y cuentas bancarias en las Islas Caimán para ocultar las transacciones financieras.
También trataron de contratar a altos ejecutivos de empresas privadas sin decirles que se trataba de un proyecto financiado con dinero de los contribuyentes de Estados Unidos.
«No se mencionará en lo absoluto la participación del gobierno de Estados Unidos», precisa un informe de Mobile Accord, una de las empresas contratistas. «Es totalmente crucial para el éxito a largo plazo del servicio y garantizar el cumplimiento de la Misión», concluye.
El senador Patrick Leahy, demócrata por Vermont y presidente de la Subcomisión del Senado sobre el Departamento de Estado y Operaciones en el Extranjero, dijo que las revelaciones son preocupantes.
«Existe el riesgo de que cubanos jóvenes usasen el servicio en sus teléfonos móviles sin saber que era una actividad financiada por el gobierno de Estados Unidos», apuntó.
«También está la naturaleza clandestina del programa, de lo que no se informó a la Subcomisión de Asignaciones que tiene la responsabilidad de hacer supervisión. Y el hecho de que el servicio comenzó a operar poco después del arresto de Alan Gross», subrayó.
El plan, que pretendía movilizar y organizar a jóvenes cubanos contra el gobierno de su país se extendió desde 2009 hasta el año 2012, consignó AP.
Zunzuneo se une a una extensa lista de operaciones secretas anticubanas, que incluyen desde la invasión por la bahía de Cochinos, los intentos de asesinar a Fidel Castro y otros dirigentes de la isla y el apoyo a bandas contrarrevolucionarias que asesinaron a campesinos y a educadores.
También incluye acciones terroristas como la voladura de un avión comercial de Cubana de Aviación con 73 personas a bordo en 1976 y la introducción de enfermedades como el dengue hemorrágico en la isla, entre otras de la guerra biológica.
El gobierno estadounidense financia y dirige transmisiones de radio y televisión contra Cuba, país al que somete al más largo bloqueo económico, financiero y comercial de la historia.