@saulomartiinez
El Salvador sin duda es un país con abundante recursos naturales, click sin embargo, for sale se ve afectado por manos de algunos depredadores, buy quienes poco a poco hacen al país más débil con la explotación de sus recursos de flora y fauna.
Ante esto, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) presentó un Plan Nacional de Biodiversidad, el cual refleja las prioridades de la Política Nacional de Medio Ambiente trabajadas desde 2012, donde se pretende revertir la degradación ambiental y reducir los niveles de vulnerabilidad frente a un cambio climático.
La Estrategia Nacional de Biodiversidad oficializada el 22 de mayo del año pasado identificó aspectos críticos y necesarios para garantizar la conservación y uso sostenible de la biodiversidad salvadoreña.
“Es una gran tarea hacerle frente a los grandes impactos del cambio climático, sobre todo, cómo crear condiciones económica locales a raíz de la biodiversidad en la población, por tanto debemos proteger la biodiversidad para la gente, ya que los recursos son fundamentales para su vida”, expresó Lina Pohl, viceministra del MARN. Es así como las autoridades del MARN han iniciado un proceso de consulta con las comunidades que cuentan con recursos valiosos de la madre naturaleza, entre estos están Humedales Guija, Cerrón Grande, Barra de Santiago, La Bahía de La Unión, El Jocotal, Olomega, Estero de Jaltepeque. Pohl aseguró que esta consulta nace a través de la existencia de pensamientos que señalan que durante años la naturaleza se ha convertido en un “botadero”, ya que la sociedad misma hace de ella lo que “le da la gana”.
Además de la puesta en marcha de dicho Plan, la viceministra agregó que uno de los grandes retos es “educar a los salvadoreños”, ya que al no hacerlo son los fenómenos naturales quienes muestran mensajes para ponerle un alto a la destrucción de su vida.
De hecho, la misma Ley del Medio Ambiente en su artículo 6 exige la elaboración de la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica y actualizarla periódicamente, esto como una respuesta al compromiso que asumió El Salvador en 1994, luego de hacer la ratificación al Convenio de la Biodiversidad, el cual estipula proteger los niveles de los ecosistemas, especies y por primera vez, recursos genéticos.
Por su parte, Jorge Quezada, quien discutió el Plan en mesas de trabajo, expresó que la biodiversidad es un activo importante para la calidad de vida de la población y para el desarrollo actual y futuro, sin embargo, este se ha venido deteriorando.
“Ecosistemas agrícolas, cafetales, parcelas de granos básicos, cañaverales entre otros, hoy en día enfrentan prácticas inadecuadas que degradan el suelo y afectan por la creciente variabilidad climática”, expuso Quezada.
Además, señaló que los ecosistemas acuáticos están “gravemente” contaminados, al punto que algunos están perdiendo su capacidad de sostener la vida acuática. Quezada enfatizó que existen otros desequilibrios que provocan que especies invasoras vegetales y animales se propaguen sin control.
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