Washington/PL
El proyecto de ley destinado a reducir el número de inmigrantes legales que recibe hoy Estados Unidos provocaría la pérdida de 4,6 millones de empleos y una contracción económica del dos por ciento para 2040, advirtió un estudio.
Un informe elaborado por la Escuela de Negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania arrojó que la propuesta legislativa provocaría una caída del 0,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2027 y dejaría al país en esa fecha con 1,3 millones de puestos de trabajo menos.
La Ley de Reforma de la Inmigración Estadounidense para un Empleo Fuerte (Raise), presentada la semana pasada por dos senadores republicanos y apoyada por el presidente, Donald Trump, haría que en una década el PIB per cápita creciera alrededor de 0,02 por ciento, pero 13 años después bajaría 0,3 por ciento.
‘Si tenemos menos trabajadores, tendremos menos crecimiento económico’, resumió Kimberly Burham, una de las especialistas participantes en el estudio difundido este jueves.
Diversos expertos sostienen que la economía de Estados Unidos depende de los extranjeros para aumentar la fuerza de trabajo y mantener el crecimiento.
Tal necesidad se da fundamentalmente porque desde el año 2000 los llamados ‘baby boomers’ (personas nacidas después de la Segunda Guerra Mundial) se han retirado a un ritmo mucho más rápido que el crecimiento del mercado laboral.
Los inmigrantes, especialmente los nuevos, son altamente productivos, y si disminuimos su número, perjudicará el crecimiento económico en el corto y largo plazo, manifestó Burham.
El proyecto de la Raise pretende reducir a la mitad la cifra de inmigrantes legales que recibe actualmente el país, al limitar a 500 mil las ‘green cards’ (tarjetas verdes) de residencia permanente que se entregan cada año.
Durante las últimas décadas el sistema migratorio ha priorizado los lazos familiares a la hora de favorecer a los interesados en radicarse en territorio norteamericano, pero la propuesta busca establecer un sistema basado en la cualificación de los aspirantes.
Para defender la iniciativa de ley, Trump argumentó que ‘aumentaría los salarios y ahorraría a los contribuyentes miles de millones’ de dólares, pues señaló que el rápido incremento de la llegada de foráneos en el último medio siglo perjudicó las oportunidades de empleo para los estadounidenses.
La Casa Blanca estimó que el estudio de la Universidad de Pensilvania tiene ‘grandes fallas metodológicas’ y que las ganancias económicas que asume a partir de la presencia de una mayor cantidad de inmigrantes vienen ‘a expensas de los norteamericanos’.
Pero en una encuesta realizada por The Washington Post entre 18 economistas en julio último, el 89 por ciento de ellos también vio como una idea terrible frenar la inmigración, por su repercusión en el crecimiento del PIB.