Santiago Leiva
@Santileij
La pizarra marcaba 5-0, pero la postal que iluminó la arena del Malcom Park la pintaron los guerreros cuscatlecos al tomar de la mano a la armada de Jamaica y agradecer al unísono a la hinchada congregada en el coliseo de Bahamas. Fue una lección de humildad entre ganadores y perdedores que demostraron que el fútbol es simplemente un juego.
La imagen final contrastó con un juego ríspido y bastante disputado en los primeros dos periodos. Y es que, mientras la Azul playera imponía su fútbol, los “Reggae Boys” intentaron contrarrestar los avances salvadoreños con su corpulencia y potencia física. Sin embargo, fue el talento el que acabó imponiéndose con justicia en el tramo final del partido.
Inicialmente, a los pupilos de Rudis Gallo les pesó el cansancio acumulado después de tres días de competencia y la ausencia del goleador Rubén Batres, expulsado el jueves, también se notó en los primeros 24 minutos.
Dominó El Salvador desde el pitazo inicial, pero no pudo celebrar gol en el primer acto. La azul se estrelló en los guates de Kirk Porter que le atajó una chilena a Melvin Segovia y un remate a Elmer Robles. Agustín Ruiz y Roberto Membreño también tuvieron el gol en los pies y la cabeza, pero sus remates se fueron a centímetros de los postes. Por su parte, el cancerbero cuscatleco Herbert Ramos se limitó a ser un simple espectador en el primer periodo.
El ansiado gol de los nacionales llegó apenas reanudadas las acciones del segundo acto. El tanto llevó la firma de “el Tín” Ruiz, quien venció al meta caribeño con un remate lejano que entró trompicado por la arena.
No hubo más que celebrar en este periodo, pues ni El Salvador pisó el acelerador ni Jamaica mostró reacción. La única opción de peligro en este tiempo fue un cabezazo de Germain Anderson, que Ramos sacó hacia el tiro de esquina.
El panorama pintó azul desde el arranque del periodo final. Tres segundos iban de juego cuando Agustín colocó el 2-0, y minuto y medio más tarde Segovia, de cabeza, consiguió el 3-0 de la tranquilidad.
Jamaica, que para ese momento tenía bajo los tres palos al meta Edsel Scott, volvió a confiar en las estiradas felinas de Porter, pero el grifo ya no se cerró.
Faltaban nueve minutos y segundos cuando “el Tin” firmó su triplete y el 4-0 favorable a El Salvador. La factura la terminó de llenar Segovia con una chilena espectacular que significó el 5-0 definitivo con poco más de un minuto por jugarse.
Al final, los guerreros de playa festejaron a ritmo de reggae su cuarta victoria al hilo y su pase a las semifinales. La Azul playera está a un solo triunfo de firmar su boleto a su quinta Copa del Mundo. Y si quiere asistir tendrá que vencer hoy a Panamá que derrotó 4-6 a Estados Unidos.