Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
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a delegación de San Salvador Norte, destacada para los municipios de Apopa, Nejapa y Ciudad Delgado, informó que el día 31 de diciembre de 2018 recibieron información interna sobre que se realizaría un intercambio de droga en los viveros, ubicados en el Centro para la Capacitación del Desarrollo Local (CECAP), bajo la administración de PROCOMES, en Nejapa.
Saúl Najarro, subcomisionado de la PNC, jefe de la Delegación San Salvador Norte. Explicó que se procedió al lugar y se realizó un procedimiento policial apegado a derecho.
“Consideramos que no se ha dado ninguna arbitrariedad por parte de la PNC, por el contrario, se está garantizando el trabajo de las comunidades. Hicimos un procedimiento apegado de derecho y no se ha dado ninguna arbitrariedad”, manifestó.
Agregó: “no tenemos como Policía una intención de intervenir un lugar de capacitación de jóvenes. Ni mucho menos estigmatizar a jóvenes. Simplemente fue información de inteligencia interna”.
Horas antes de estas declaraciones, PROCOMES y ARPAS interpusieron una denuncia ante la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), quienes alegan que la PNC ingresó de forma violenta a las instalaciones del CECAP.
“Al ingresar hicieron un recorrido y registro por las instalaciones, ordenando ponerse de rodillas a cuatro locutores y colaboradores de Radio Juventud, emisora comunitaria socia de ARPAS que funciona en las instalaciones del CECAP. En el mismo acto, un agente procedió a golpear a otro joven menor de edad y colaborador de PROCOMES, quien realizaba labores de mantenimiento en un vivero de nuestros proyectos que también funcionan en dicho lugar”, explicó Jaime Choto, director ejecutivo de PROCOMES.
En el caso del joven golpeado, la PNC informó que iniciará la investigación respectiva de los hechos. Por lo que se activarán los protocolos internos para determinar los hechos.
Cotto explicó que durante el ingreso y estancia en el CECAP los agentes tampoco mostraron alguna orden legal de registro a las instalaciones, ni ninguna orden de captura, limitándose a decir cuando abandonaban el lugar que tenían información que ahí se entregaría un paquete de drogas, mismo que no fue encontrado.