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Cuando el policía abordó el microbús del transporte colectivo fue reconocido por dos pandilleros que viajaban como pasajeros. También el agente los identificó. Por eso se mantuvo alerta mientras la unidad del transporte público de pasajeros, procedente de Tonacatepeque, se desplazaba sobre la Carretera de Oro y llegaba a su destino en Soyapango.
Durante el trayecto, los pandilleros se comunicaron con otros dos criminales que le hicieron parada al microbús a la altura de la ciudadela Don Bosco, antes de llegar al centro comercial Unicentro en Soyapango, y subieron a la unidad por la puerta de atrás, uno de ellos portaba un arma de fuego. Cuando el automotor se aproximaba a dicho centro comercial, el agente policial vio venir hacia él a los dos primeros sujetos y los encaró, pero a su espalda ya tenía a los otros dos, entre ellos al que llevaba la pistola. “Llevémoslo en el microbús”, escuchó el agente, que ya había sido sometido y privado de libertad. Fue en ese momento que ante la grave amenaza contra su vida el policía forcejeó con los cuatro pandilleros y logró escapar, no sin antes recibir dos impactos de bala que le provocaron heridas de gravedad en la cara. En esa condición el agente corrió y se refugió en el centro comercial, desde donde pidió ayuda al sistema de emergencias 911. Mientras era auxiliado por personas particulares y luego por los agentes, los equipos de la Sección Táctica Operativa (STO) y de Operaciones Especiales de la Delegación de Soyapango rastrearon los alrededores del lugar del crimen, y al poco tiempo dieron con dos de los agresores, a la altura del Complejo Deportivo España, sobre la calle antigua a Tonacatepeque, quienes fueron plenamente reconocidos por la víctima.