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La Policía Nacional Civil (PNC) de la delegación San Salvador centro, pharmacy en coordinación con la Fuerza Armada, buy cialis implementaron desde el 25 de enero la operación “Terranova”, help con el objetivo de contrarrestar hechos delictivos en los alrededores de los mercados La Tiendona, Central, Sagrado Corazón y sectores aledaños a la zona comercial del centro histórico, donde operan pandillas que extorsionan y cometen homicidios.
De acuerdo con el Comisionado Ernesto Bonilla, con la implementación de esta operación, hasta la fecha no ha habido asesinatos y se han decomisado armas de fuego, droga y productos que se comercializan de forma ilegal, como cigarros.
“A nosotros nos gusta que haya presencia policial porque a veces la gente se siente más segura (…) de repente los vemos parados en los portones, sale uno del mercado y los ve que ahí, andan guardando la seguridad de las personas, eso es lo que a veces se necesita, que haya seguridad”, opinó Sonia Elizabeth, vendedora del mercado central.
Para el desarrollo de la operación, la PNC ha desarrollado patrullajes, controles, borrado de grafitis y mayor presencia policial en los mercados de la capital.
Según algunos agentes policiales, con la limpieza de grafitis en estos mercados, se busca generar un ambiente de limpieza de las zonas comerciales y propiciar un clima de seguridad tanto para los comerciantes como para los usuarios que asisten a realizar las compras.
Asimismo, expresaron que el plan “Terranova” consiste en recuperar el control territorial a través de los policías comunitarios, quienes apoyados por soldados, brindarán seguridad a los comerciantes y compradores.
“Está bien lo que está haciendo la policía. Se siente más seguro y mucha gente que había dejado de venir a comprar está regresando porque se sienten protegidos”, expresó Patricia Chávez, vendedora del mercado central.
Otra de las acciones que la policía comunitaria está desarrollando es la colocación de afiches en los mercados con los pretenden generar confianza para que puedan denunciar a los extorsionistas y a los que cometen otros ilícitos, y de esta forma recuperar el control de esos territorios.
“Esto me parece excelente porque ha habido mucha tranquilidad, cuando no estaban ellos habían 2 o 3 muertos al día. Las personas se sienten más seguras”, manifestó Víctor Erazo, otro de los vendedores.