Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Óscar Isaías Grande es un paciente de Insuficiencia Renal Crónica (IRC) del caserío La Sambumbera, municipio de San Luis Talpa, La Paz, quien pidió al alcalde Salvador Menéndez reanudar los viajes al hospital Rosales, para continuar con su tratamiento de hemodiálisis.
“Tengo que viajar dos veces por semana, cada lunes y jueves, a mi tratamiento que son tres horas por cada día. Y se da el caso que en la primera cuarentena, que inició el alcalde (Menéndez), brindaba la ayuda del transporte desde la alcaldía al hospital Rosales, pero en la primera fase de la cuarentena el alcalde cerró la alcaldía y quitó el transporte, yo había metido una solicitud para el transporte los días lunes y jueves, pero con esta emergencia (COVID-19) me llamaron y me dijeron que lo habían suspendido”, narró.
Desde el año 2012, comenzó a sentir dolor en la parte baja de su espalda, que combatió con analgésicos, pero cuando las consultas se hicieron más frecuentes en la Unidad de Salud, el personal médico decidió hacerle otros exámenes y fue diagnosticado con Insuficiencia Renal Crónica.
Como Óscar, su padre y hermanos han trabajado en el cultivo de caña de azúcar y han perdido la vida, por la IRC, tres de sus hermanos y su padre, quienes fueron diagnosticados y fallecieron en los últimos años. Ahora, solo vive con madre Rosalía, quien es diabética y perdió recientemente su pierna debido a una lesión con un alambre.
Investigaciones y estudios realizados en los últimos años, si bien establecen que la hipertensión, diabetes y otros padecimientos provocan la IRC, existen datos de que hombres agricultores en contacto con agroquímicos podría ser parte del perfil epidemiológico. Los pacientes con esta condición tienen los riñones dañados y no pueden filtrar la sangre, dejando que los desechos del organismo se acumulen en el cuerpo.
“Por esta situación, que no tenemos transporte, me ha estado tocando buscar por mi propia cuenta el dinero para el transporte que es muy difícil. Soy un paciente renal que no puedo trabajar por mi condición, pero tengo que viajar para no perder esos tratamientos, debo contar con 25 dólares en la mano para poder trasladarme de manera particular al hospital Rosales los lunes y jueves.
Por ese caso muchos de mis compañeros, con los cuales viajábamos, ya fallecieron, porque muchas veces algunos no tenían los 25 dólares para poder ir a sus tratamientos”, comentó.
Los tratados médicos establecen que la hemodiálisis es el tratamiento que apoya la función renal filtrando la sangre para eliminar las toxinas acumuladas, extrayendo la sangre del organismo. Entre los síntomas visibles está el dolor de huesos, problemas de sueño, concentración, manos o pies hinchados o entumecimiento, calambres y mal aliento, que pueden establecer en exámenes de sangre los niveles de creatinina y de urea.
Óscar recuerda que el pasado 6 de junio, que falleció su padre quien también fue paciente de Insuficiencia Renal, durante su proceso de ingreso y preparación estaba su primer día de tratamiento de diálisis murió.
“Él comenzó a agravarse y pedimos el transporte de la alcaldía, pero no correspondió, no nos dio el transporte para poderlo sacar, así que nos tocó a nosotros sacarlo y estaba muy grave cuando lo pudimos llevar. Y, lamentablemente, murió en el hospital Rosales y así mis hermanos han muerto y muchos de mis compañeros que conocí en esta cuarentena han fallecido, ahora no están, y seguimos luchando porque queremos que la alcaldía vuelva a habilitar ese transporte, el cual necesitamos urgentemente porque ahora no contamos con el transporte público para podernos transportar, si no hay vehículo de la alcaldía, y el alcalde (Menéndez) nos ha dado la espalda, porque hasta cerró una clínica municipal y mi papá ahí tenía sus controles y desde que cerraron la clínica él perdió los controles de salud y comenzó a agravarse y murió en el hospital Rosales. Necesitamos solucionar ese problema que nos ha afectando de gran manera a nosotros como pacientes, que sí necesitamos la ayuda para ir a nuestro tratamiento, porque de ello depende nuestras vidas”, dijo.