Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
La consigna es clara y fuerte: ¡Mercado en el parque NO! Varias decenas de personas del casco urbano y comunidades provenientes de los principales cantones se han tomado el parque municipal de Cuisnahuat, en Sonsonate, que desde hace dos meses está en resistencia pacífica en defensa de sus derechos a contar con agua y un entorno saludable.
El municipio de Cuisnahuat, que significa “Cuatro Espinos”, se extiende en 73,033 kilómetros cuadrados, constituido por cinco cantones, cuenta con una población indígena de ascendencia Náhuat, al occidente del país y, desde el 27 de julio, han integrado un movimiento social en defensa su patrimonio natural.
La confrontación entre pobladores y el alcalde Gustavo Sierra (PCN) es por un préstamo de más de un millón de dólares, de los cuales $500,000 serán utilizados en la construcción de 50 puestos de un complejo de mercado de dos plantas, al poniente del parque central de Cuisnahuat.
Esta decisión, que la población considera es unilateral, ha generado que su concejo municipal plural difiera de la decisión del edil, por considerar que esta obra traería mayores problemas que desarrollo económico y social.
Juan José Hernández (ARENA) ha dicho en sus señalamientos al alcalde Sierra: “Se le presentaron opciones para que no tocara el espacio del parque; se le dijo que comprara en otra zona para la construcción del mercado y se le llamó al diálogo y no lo ha hecho”.
Asimismo, otra de las irregularidades señalada por la comunidad es el incumplimiento de los tiempos que exige la Ley de Medio Ambiente, cuyos permisos los extiende el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), y comprobaron que ese mismo 19 de agosto, que el edil presentó su estudio de impacto ambiental, también inició la demolición de la parte poniente del parque central de Cuisnahuat, faltando a la legalidad del trámite.
El descuaje de árboles de bálsamo de más de 20 años de vida o el inminente soterramiento de un pozo de agua potable forman parte de las denuncias ciudadanas; porque en el estudio de impacto ambiental, presentado por alcalde Sierra, no señaló la tala de árboles de diversas especies, tampoco que se cuente con alcantarillado para las aguas grises o negras, cuyos desperdicios caerían en una quebrada que afectaría al río Poluluya o Dos Ríos, como lo conocen en el municipio.
Esta situación también ha traído una confrontación y agresión por parte de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) contra la población civil, que ha venido defendiendo su parque, al que consideran parte de los bienes naturales, culturales y colectivos con que cuentan.
Ejemplo de ello es Melina Marisol Moisés de Coreto, quien fue agredida el jueves 10 de septiembre y relató el forcejeo e insultos de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) cuando llevaba un toldo para resguardarse del sol a sus compañeros, que junto a ella se oponen a la construcción del mercado.
“Qué vergüenza de autoridad son ustedes; porque soy una mujer, vengo sola y no traigo armas, y ustedes son un grupo de hombres contra mí, y entonces ahí jaloneamos la lona junto a mis compañeros y los policías. Cuando dos agentes llegaron por mi espalda, me tiraron gas lacrimógeno”, relató Melina. La violencia física y psicológica no ha sido solamente de parte de la PNC; también, explicó Melina Marisol, está el abuso verbal y emocional que provino del mismo edil, Gustavo Sierra, quien insultó a una mujer indígena que estaba en la defensa del parque.
“El alcalde Sierra le dijo que no era nada, sino que solamente era una basura y la podía aventar a dónde él quisiera. Eso me indigna, me da coraje y ganas de llorar, porque la realidad es que, las mujeres valemos y que un funcionario, elegido por el pueblo, venga a agredirle de semejante manera y frente a los agentes de la Policía Nacional Civil y de la UMO, que se supone que ellos están para defender a la población de los abusos y protegieron a un alcalde…”, expresó.
Este movimiento social surgido en defensa del parque municipal, también contó con líderes religiosos como el obispo Medardo Gómez, de la Iglesia Luterana de El Salvador, quien llegó para acompañar a la población en resistencia desde hace dos meses.
“Los felicitamos por su lucha que es ejemplar, no permitamos que en otras comunidades abusen de ellos y no se atreven a denunciar. Yo quisiera hacer un llamado al alcalde (Gustavo Sierra), es una recomendación que dice la Biblia, de todo conflicto lo debemos de resolver es por medio del diálogo; porque si dialogamos, y las autoridades municipales escuchan a sus pueblos, seguro que se pueden lograr entendimientos y evitar la violencia. Y que Dios abra el corazón y la mente del alcalde Sierra y entienda que como pueblo luchan por algo valioso, que es la vida, y esta debe defenderse”, reiteró.
Mientras, Zulma Larín, de RACDES, organización que acompaña a las comunidades en la defensa de los espacios ambientales, que ha trascendido en organizaciones de derechos humanos internacionales como “VIVA SALUD”, Limburgo en Bélgica, a los que se suman habitantes de Cuisnahuat, que residen en Estados Unidos, también hizo un llamado.
“Necesitamos la solidaridad de toda la población en este trabajo de lucha y defensa ambiental. Y qué bueno que ustedes se organizan sin ningún problema, son cosas que dan satisfacción, porque desde que vine a Cuisnahuat, desde hace ya 20 años, ustedes representan todo este trabajo que hemos estado haciendo de formación de la conciencia ambiental, la conciencia de derechos humanos porque necesitamos tener claro ser sujetos y sujetas de derechos. Porque, si no tuvieran esta conciencia, ya estaría en el mercado y todos fueran indiferentes a las necesidades de la vida”, puntualizó.
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