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Joaquín Salazar
@JoakinSalazar
En el ocaso del sol, las luces de la Plaza Cívica y los edificios históricos que la rodean se encienden, ante la mirada de toda la ciudadanía. Pero esta noche los colores del arcoíris destacan en los pilares del Palacio Nacional, como un símbolo de igualdad para la población de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Transgénero e Intersexuales (LGBTI) en el marco del mes del orgullo.
Esta iniciativa fue impulsada por la Federación de Personas LGBTI de El Salador con la que hacen historia como un movimiento social consolidado, que defiende los derechos fundamentales de las personas que representan la diversidad sexual.
La federación está conformada por 15 organizaciones que representan los diversos sectores de la población, quienes desde hace un año se unificaron como un solo esfuerzo para luchar por temas como el respeto, solidaridad, la ley de identidad y el combate a la discriminación y los crímenes de odio.
La iluminación del Palacio Nacional es bajo el lema “No detener la marcha. No hay que detenernos en la solidaridad, es espacio para los jóvenes, esta iluminación es una muestra de respeto y solidaridad con toda la comunidad LGBTI del país”, dijo William Hernández, representante de la asociación Entre Amigos, una de las organizaciones que conforman la federación.
Hernández destacó que esta es la primera organización federada, 15 entidades que unen sus voces para llevar la lucha por la defensa de los derechos de la población LGBTI, que por años ha sido opacada o invisibilizada por sectores políticos e institucionales de Gobierno.
Este es un espacio federado en el que no se puede dejar de lado la lucha del movimiento social, bajo la clandestinidad, persecución, el desconocimiento legal de la lucha y muchas personas LGBTI que han puesto en riesgo sus vidas y otras que han fallecido por la causa.
Diversos sectores conservadores han mostrado su indignación por la colocación de las luces en el Palacio Nacional, quienes han llamado a la ministra de Cultura que preste su casa para iluminarla, pintarla o reunirse en ella, pero no el patrimonio nacional. La alcaldía de San Salvador emitió un comunicado en el que se desligaba de la colocación de las luces del arcoíris señalando que esta es competencia del Ministerio de Cultura.
“Las luces no hacen nada, no siempre estarán ahí, solo es un mensaje positivo de respeto y solidaridad para con la población LGBTI”, dijo Silvia Lazo, ciudadana que observó el acto de iluminación.
En los últimos años, países como Argentina, México, Costa Rica y Estados Unidos han iluminado con los colores del arcoíris sus edificios emblemáticos, como muestra de solidaridad y respeto a la población LGBTI, rompiendo el paradigma de la discriminación.
