Humildad
Yo he sido aquella que paseó orgullosa El oro falso de unas cuantas rimas Sobre su espalda, y se creyó gloriosa, De cosechas opimas. Ten paciencia, mujer que eres oscura: Algún día, la Forma Destructora Que todo lo devora, Borrará mi figura. Se bajará a mis libros, ya amarillos, Y alzándola en sus dedos, los carrillos Ligeramente inflados, con un modo De gran señor a quien lo aburre todo, De un cansado soplido Me aventará al olvido. Peso ancestral Tú me dijiste: no lloró mi padre; Tú me dijiste: no lloró mi abuelo; No han llorado los hombres de mi raza, Eran de acero. Así diciendo te brotó una lágrima Y me cayó en la boca… más veneno: Yo no he bebido nunca en otro vaso Así pequeño. Débil mujer, pobre mujer que entiende, Dolor de siglos conocí al beberlo: Oh, el alma mía soportar no puede Todo su peso.