Selección del Escritor Rob Escobar
Alan Cubías (1990), escritor, titiritero y amante de los gatos. Escribe desde el bachillerato, uno de sus cuentos fue publicado en la revista digital Desborde Magazine, 3 veces finalista en el certamen Ipso Facto llevado a cabo por la Editorial Equizzero, además fue editor de la Revista Literaria Kultural Ixpapalut, miembro fundador de la Asociación de Artistas del Oriente de El Salvador (Asartes) y sobre todo un lector acérrimo y un curioso insaciable.
Soy un pequeño suicida
Soy un pequeño suicida
o tal vez, y mejor dicho,
un suicida oculto,
me enveneno con mis sueños
cada meta, cada aplauso
se lleva una parte de mi alma
dejo de ser quien soy
y me voy convirtiendo poco a poco
en las notas de mi guitarra,
los versos de mi poesía
o los aplausos al final del teatro.
Trasmuto en mariposas, colibríes,
jaguares y cocodrilos
y voy dejando mis ojos
en la mirada de aquella muchacha
que mira el arte por primera vez
y dejo mis manos en las palmas de un niño
que toca un instrumento
y dejo mi voz y mi cuerpo
en los aplausos del viejo que ve teatro
y dejo mi alma en las palabras
que se vierten como agua
sobre la fuente de la poesía.
LOCURA EN TECHNICOLOR
Las palabras salen
como murciélagos multicolores
se funde el cielo con el crepúsculo
dejándome tus ojos platinados con rocío
de una lluvia que jamás caerá.
Las gárgolas se han vuelto mis amigas
(Salimos de vez en cuando
a alguna cervecería)
un cigarrillo se consume en mis labios
y en el humo danzan
millones de ángeles
que vuelan en reversa.
Lázaro volvió a su muerte,
asesinado por el smog,
y en su último aliento mencionó tu voz.
Arboles nacían en las nubes
y en sus ramas se balanceaba
Lucy (in the sky with diamonds).
El sol temía por su vida
se escondió tras las montañas
y lo que encontró fue la agonía en el mar.
La luna era una prostituta
que descubrí en una avenida
que al verme me dijo:
no dejes que el faro del océano
encuentre su alma,
y en seguida tu muerte apareció
en medio de rosas.
El ruido enarbola tu cabello
y cubre la noche.
Una lágrima acuchillada
deja escapar un grito
y de sus entrañas miles de mariposas
salen a posarse sobre tu vientre.
En los sueños absurdos
Dalí me sobornaba con su bigote
y Picasso deformaba mi rostro,
Agustín cantaba mis desgracias
y todos estábamos en el viejo bar
de mi barrio.
El gélido odio se disolvió
en millares de estrellas
que iluminaron tu cuerpo.
Me vestí con la medalla que me regalaste
y un halcón disparó una bala
puse mi vista sobre tus labios
y el cuervo arrancó mis ojos.
Esto lo vi a colores
en las órbitas de un gato
mientras hablaba de ti.
FOLIE
“Me convertí en un loco
con largos intervalos de horrible cordura”
E.A. Poe
Todos ahogamos un pajarillo en la garganta
las luces del horizonte se vuelven plegarias desconocidas
las cruces pierden el sentido de su sacrificio
la muerte descansa entre las piedras con un ajedrez entre manos.
Un colibrí descansa en nuestro pecho
ahí, a la izquierda, posamos la mano
y el colibrí revolotea una y otra vez
devuelve sonidos enigmáticos
visiones oníricas y caramelos perdidos
los licores de tus besos
no tienen ya ningún efecto
las sombras se vuelven vecinas invariables
y el mar de cabezas
un rompecabezas constante.
Por fin, el pajarillo deja de cantar
ahogado entre el estrés-ciudad
y el humo pétreo de la decadencia.
¡Al fin! Ya estaba pensando en matarme.
DÍAS NUBLADOS
Me caen mal los días nublados
y fríos
parecen siempre anclados
en esa hora primera del día
en la que solo se siente
el deseo
de morir…
RUTINAS
Se arrastran los pies fuera de la cama
el sol deja ver sus rayos áureos
y el ruido de la gente es atmósfera cotidiana.
Las gotas de agua se deslizan por mi cuerpo
como milagro náutico limpiando las impurezas de la noche
el autobús, el reggaetón, los vendedores, el motorista,
las señoras, los estudiantes,
las parejas que ocupan el último espacio
como escape a su amor
son mis compañeros de viaje
los autos y su trajín
llevando en su interior a un Jonás
mientras Nínive se derrumba a su alrededor
La oficina me aprisiona entre sus cuatro blancas paredes
el sonido del teclado es la triste y repetitiva melodía
que acompaña mis tardes
tic-tic
tac-tac
el contómetro, los números que aparecen y desaparecen,
la pantalla del ordenador con sus vibrantes colores
se van volviendo amigos íntimos de mis cuentas.
Salgo y el cigarrillo que se deshace entre mis labios
forma caprichosas figuras en el aire
ángeles que vuelan en reversa, palabras apolilladas
reclamos, voces llamándome por mi nombre,
bromas y chistes
un café que se cuela entre los papeles desordenados
el tiempo se va desvaneciendo entre preocupaciones y estrés
las dudas existenciales afloran de noche
el trabajo que parece nunca acabar
hasta que al fin salgo victorioso
de mis labores
marco mi salida
las estrellas empapan el cielo
la motocicleta hace estallar su motor
y regreso a mi hogar
y en la selva-ciudad
la rutina se pierde en el ruido.
REENCARNACIÓN
Al final volveremos a ser
espigas del campo
dulces flores que retoñan
en las faldas de un volcán
bombones de chocolates
gatos, perros, loros, aves
seremos todo lo que fuimos
seremos lo que siempre quisimos ser
leves espíritus flotando
entre las ramas del árbol del bien y el mal
desconocidos peregrinos
entre los ojos de los viajeros
seremos París y sus noches
África y su vida salvaje
Seremos la blanca nieve ártica
volveremos a ser todas las cosas
seremos pequeños dioses
apostados a las puertas
de nuestra propia creación
mar y tierra
fuego y viento
inmortales nombres en los labios
de los enamorados
pensamientos palpitando
en la jaula de nuestros deseos
en verdad te digo
que seremos energía infinita
polvo de estrellas.
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