IMITADORES DE PÁJAROS
Cuando empezamos a escribir poesía
Nos da por querer imitar el juego de los pájaros
Queremos experimentar sus cantos, sus juegos y sus vuelos…
Esconder la cabeza en un agujero en el suelo
Hundirnos en lo profundo del océano
Para aprender su lenguajeo de salmuera
A mí me daba por imaginar que tenía dos alas
Me daba por dar piruetas en el aire y saltar entre las ramas
Me volvía loco de felicidad y satisfacción impecable
cuando rozaba el aire entre mis piernas
y la sensación tardía y tibia de la caricia de tus labios en mi oreja
Me encantaba ese gorgoteo de piel de gallina calentando mis instintos
todavía me fascina el cambio de colorido en mi plumaje iridiscente
¿Desde hace cuánto está el pájaro carpintero taladrando al bosque
con la música matinal que sale del corazón de los árboles ancestrales?
Cuando empezamos queremos imitar hasta sus brincos en las ramas
Así andamos dando graznidos por las ramas sin llegar al punto
Del grave de luz que nos atraiga
Eso es el primer gozo
Ese de andarse por las ramas…/ evitando el punto de las intersecciones…/
Persiguiendo imposibles que nos parecen alcanzables…
Gracias Withman/Gracias Vallejo
Neruda/Huidobro/Ginberg/Espino
Paz y vos, Borges, cantor pampero
En nuestra infancia hacíamos lo mismo
queríamos aprender hasta hablar con otras palabras
Alguna vez alguien nos dijo que las piedras y las paredes hablaban
Y así pulíamos el tímpano común de los pájaros
intentando hasta reír con sonrisas metálicas prestadas
pensar hasta con ideas ajenas para dejar nuestro sentipensar expandiéndose
La crítica nos clasificó como pajarera enanisticas imitadora…
Pero nadie tiene el manual del abc del poeta,
Porque si no en su taxonomía de pájaros
solo seríamos salamandras intentando son sus falsas aletas
haciendo bulla y revuelo en el gallinero calentado el podrido huevo
De los grandes gigantes
queríamos saber lo que hacían y cómo
para intentar ser como ellos
y nos subíamos como hormigas a sus espaldas
para ver si mirábamos hasta donde les llegaba el mirar
Eso nos pasó con Newton con Einstein y otros…
Hasta que un buen día
nos llamaran la atención por farsantes
Por ser sino una disonancia,
los arlequines, los Tartufo, los Quasimodo
en los teatros callejeros del primer mundo
Eso que llaman la ciencia “periférica” tardía del espíritu descubriéndose
Y los dioses y las diosas se sintieron ofendidos
por nuestra mala intención de no querer ser
sino la imagen del lucifer entre ellos
Así descubrimos que nuestro canto
es un graznido/ un chillido en el pecho…/
un bullicio del tercer mundo que nos tocó
/ un griterío entre las ramas.
Pero nuestro/ y desde aquí todavía cantamos
con piedras en la cabeza para que la lluvia caiga
como el Jazz negro de Montgomery
hemos de aprender a concentrar el oído
para descubrir que cada tambor tiene su voz
y cada uno tienen algo que decir entre las voces
aunque se repetida y suene con la cuerda rota
que ya es otro ritmo y otra manera de sonar nuestra sonajera
nuestro chinchín de niño tierno que imita su fiesta
El peligro de imitar a los pájaros
es que no te reconoces entre sus graznidos
aunque aúlles entre los lobos
rebuznes y patalees entre los búfalos
El chillido de pecho del corazón que brinca
sobre las gradas del templo lleno de sangre
eso es lo que cuenta y da cuenta de quienes somos
El sacrificio de dioses malvados que no se tapan los ojos
al mirar nuestra mirada de miedo, hambre y muerte…
Aquí que cada uno baila, canta y hace su balumba
como los esclavos africanos por puro exotismo
con el cual creemos dominamos su nagual, sus espíritus en las cavernas;
como nuestros ancestros en las cuevas de Atapuerca.
A los pájaros nos gusta jugar al intento del salto al vacío incierto
Preguntar qué otros mundos hay al otro lado del nido al vuelo del aire
A veces, el miedo, de destriparnos en las piedras contra el suelo
de lanzarnos al vacío para convertimos en polvo o en la pluma que cae
Nos detiene un poco…/y cuando vemos a otros en el aire
El cielo con sus estrellas nos llaman a su infinita trascendencia…
A los pájaros nos da por querer imitar a los ermitaños
y nos escondemos por largos días y lluvias en nuestros nidos madrigueras
de donde emergen polluelos mojados y tembleques intentando
buscar el pico que les de zarzuela,
ese viaje de búsqueda y encuentros
para encontrar y encontrarse frente a su yo-cuántico…
con su propia voz/… ideas y sueños que brotan
del plumaje de su cabeza de piedra…
dichosofuiiii…pizh..pisssscoy…
irk…/tirk…/…irk…kistoiiii….
FEYMANN
La araña no es que teja su red
Para atrapar sus sueños
Es que en el fondo la imaginación
coloca la razón briosa
para mostrar las muecas
de las ilusorias máscaras fiesteras
con las que andamos todo el día revelándonos
y entonces, toda toma forma,
y la ciencia es lo que queda
después de tanto autoengaño.
Uno es el que inventa los reflejos en el espejo
esos chispazos furiosos
con el que acariciamos la tarde
y terminamos acariciados
por los labios y los senos desnudos de alguien
que se nos quedó en la memoria.
PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE DE HEISSENBERG
Es cuando estamos en cuenta regresiva
Para dar el salto,
en algún punto
impreciso,
donde menos lo imaginamos.
Al otro lado de uno mismo
está nuestro anti-yo con sus pluri-yoes
haciendo lo mismo,
tratando de encontrarse para encontrarnos
unirnos, consolidarnos, desplegarnos
y empezar
el juego desestructurante
de los micros big bangs de la vida.
Alex Canizalez
Poeta y Doctor en educación
Del poemario inédito: Espejo fragmentado