Nihilismo mágico I
Nunca supe a quién amaba.
Iba por los caminos como un chichimeca cantando sus palabras.
Y dejando en los cruces piedrecillas rojas y amarillas, cialis check
en las cuevas un pie de venado por sortilegio
de nuestro pie desnudo y sin prisa a detenerse.
Lo mío es el miedo
de formar ciudades, clinic hospital ministerios, acueductos
y alcantarillas.
Anduve así,
nada más andando.
Quise a un hombre,
a dos y después se me hizo calendario
el recuerdo de sus nombres.
Condiciones
Puedo tolerar que rompas mis cartas,
que comas luciérnagas de madrugada,
que me beses con los labios salados,
que muerdas mi pecho de tarde,
y que te olvides de mí en la biblioteca.
Lo que no puedo,
es que arropes muñecos falsos
camaleones
maderos de un barco
sirenas recortadas de una estampilla.
No lo soporto, porque en nuestro circo
sólo caben nuestros lascivos nombres
en su delicada función ritual.
No me aprisiones
Que me declare monogámica
austera Penélope en la Ítaca triste del desayuno
eso pretendes y te respondo
con las rosas de mis oscuro pecho.
Devoro las aves dormidas.
Yo corto fruta de los prematuros árboles
y fecundo a mi sombra.
He retratado una tarde
al amor encarcelado
me burlé de su espectáculo violeta
y lo limpié con las aguas del sueño.
Porque tengo una ruta de alfabetos
y una vocación al sudor
te enojas y te deprimes.
No me entiendas, ni me descifres con tu misterio,
busca en mi lengua primitiva
la oquedad en la proclamo mi fe.
Ahora el silencio
Hacia dónde caminaremos sin lámparas esta noche.
En qué esquina habrá un beso esperando como niño
la dulce mentira que se dice en los encuentros.
Quien dejará que la lengua se oscurezca
en la madrugada de este invierno
Mientras
la canción se repite se repite.
A qué hora estaremos cenando este silencio
y daremos las gracias por callar
Rezaremos una misericordia, sin remordimientos,
por habernos olvidado de los pájaros.
Circular
madrugadas
Anochecer sin respuesta.
Lenta carcajada de difunto.
Respiración azul consuela
un séptimo respiro de campanas.
Cuchillada de no sé qué infierno.
Olor a muerte. Útero.
Pupila comulga simultánea
al amor suicida, al estertor
Quedan deudas de sangre
Soles rancios muerden el silencio
No hay quinto movimiento.
Sólo una lechuza, alma
gusanos verdes en los huesos.
Corazón mío
sin canto
El canto se me viene a la boca
como melodía de tiempos y estrellas.
La sangre se derrama en las manos del viento
y el recuerdo de los caracoles se petrifica.
Buscando formas en el jade, anduvo corazón,
noches y noches navegando en el espíritu
para nacer en la piedra y en el fuego.
Corazón mío sin sol.
El hielo de los amores y los dioses
resecó las milpas del canto.
Corazón toma tu vos.
No hay silencio en el silencio,
si las bestias del egoísmo
duermen en la inmovilidad del camino.
Corazón mío sin canto,
reencontremos el humo,
la ceniza y los pájaros.