Selección del poeta Mauricio Vallejo Márquez, patient del libro mi hombro es una lágrima de Luis Borja
Luis Borja es uno de los poetas salvadoreños más interesantes y que contiene en su trabajo una propuesta original. Junto a sus compañeros de generación (Wilfredo Arriola, Erick Tomasino, Waldemar Romero, entre otros) van dando un buen augurio para el futuro de las letras nacionales. /Mauricio Vallejo Márquez/.
Mi hombro
es una lágrima
Mi hombro tiene el tamaño de tus penas
Esta cansado de escuchar tus agonías de niña perdida
Ayer por ejemplo me dijiste que el mundo era un puñado de mierda
Que estabas cansada del golpe que te daba la nostalgia
Que día a día encontrabas en tus arrugas un deseo enorme de matarte
Que amabas locamente los cuartos llenos de moscas
Y que algún día matarías el amor de una manera violenta
Por la tardes -me dijiste- encuentro en mi esposo la amargura del silencio
el golpe exaltado de las rutinas
por las tardes encuentras 43 veces la tristeza en sus nudillos
Sí,
es que la tristeza tiene la forma de un golpe –me dices-
Lloras
Y mi hombro es una lágrima
Porque llorar es arrojarse con todas las heridas abiertas al agua
Porque llorar es lo más cercano al suicidio Lloras y tengo en mis manos tu corazón descompuesto
Pero piensas en tus hijos
Me hablas de tus hijos
Me entristeces con tus hijos
Porque sabes que al igual que ti yo también tengo hijos
Porque yo también estoy enfermo de su ternura.
El cansancio
de los huesos
La palabra va encontrando los fantasmas de todos los hombres
De todos los hombres que lloran la agonía gris
De todos los hombres que viven bajo el pavimento
[esperando que la luz salga La palabra es un espectro de la nadaDe la otra nada que nos engulle como el tecleo de un piano
Hermanos cemento
Hermanos pavimento
¡Oh hermanos nada!
No pierdan el ritmo de la agonía
No pierdan la cruz que el reloj marca sobre sus vidas
No lo pierdan
Hasta que los poemas se caigan de sus huesos
Café
El café es la sangre de la ciudad
La prolongación de la saliva de estos muertos
Después
No hay nada
Esquina
La esquina es un signo de interrogación
Y en la mano tengo la nada
Porque acá se repite siempre la nada
La nada aparece como un pez de pólvora que está
[llorando Tengo en mis manos tu nombre para arrojarlocontra la pared
Tengo en mis manos
Tu corazón para cortarlo contra la pared
Como un pellejo que cae y cae muerto sobre el asfalto
Muerto como los pasos de los mutantes.
Humo
El mundo fluye en tus manos
Con la cálida sonrisa de niña que te sostiene. Fumo
y cae todo el mundo plástico sobre el asfalto En ese momento todo es un cuadro impresionista
todo es la sonrisa de humo paralizada por el tiempo
En ese momento el sudor del día es una aguja sobre la piel
Y todo pesa
Todo tiene el tamaño de un puño sobre la nada Todo tiene el tamaño de la agonía
Efecto posmoderno
I
Una persona no puede ser feliz siempre, sino para qué servirían las lágrimas.
II
No hay herida que el alcohol no cure.
III
La sonrisa esta muerta
Es poca, es nula, es muda
Es el epitafio de algún mutante
IV
La agonía es de nuestro mundo
Es una herida en las manos de dios
es la voz tirada al pozo de los insectos
Mendigo (I)
La calle es una navaja contra mi cara
corta toda la tristeza de mis días
en la calle soy un dios
y ahora es dios orinado el que te sonríe y te suplica:
¡Vamos hermano, siente la caricia de dios y de la miseria!
¡Vamos hermano, siente la crueldad de la agonía!
Bajo tus ojos se nota el filo de tu moral [carcomiéndote
Y es que tengo el pene de fuera
Orino la sonrisa con mi rutina
Tengo el corazón de fuera
y aparecen todos los gusanos que él habitan ¡Vamos hermano, lame la herida del poema que te orina!
La nostalgia del mendigo (II)
Vivo en la noche mi día es oscuro y es noche también
Vivo allí donde habitan esos seres mutantes te juro que he visto ebrios beber de esa fuente central llena de mierda
te juro que he escuchado la leve música que los dientes entonan cuando la noche es tu único cielo Vivo aquí y soy un mutante más
nunca despierto, nunca duermo
Acá todo es sueño
todo es irreal
este es el mundo en el que vivo
aun así puedo decir que he vivido
Vivo aquí
soy el hombre más feliz del mundo
Amé tanto el pliegue de una falda
el calor eterno de un pubis
disfruté una a una mis mujeres y sus mentiras Todo el tiempo la gente creyó que era un vago un alcohólico
un loco
hasta el día en que asesiné a dios