SERGIO INESTROSA
poesia
Los dioses
Ningún dios ha muerto
Simplemente hemos dejado de oírlos,
De prestarles atención
Y no escuchar más sus susurros.
Ningún dios ha muerto
Sencillamente hemos cerrado los ojos
Para no verlos más.
Hoy en día, son muy pocos
Quienes logran sentir el soplo leve
De su presencia;
La mayoría no percibimos nada pues,
Hemos perdido la calma
Que nos daba saber que los dioses
Estaban allí, entre nosotros,
Formando parte de nuestra vida.
Por este camino,
Hemos perdido nuestra propia divinidad
Y ahora nos sentimos extranjeros
En nuestra propia tierra.
Ahora somos unos pobres huérfanos
Aunque no lo sepamos;
En realidad sabemos muy poco
Tal vez, no sepamos nada,
Aunque tampoco esto lo sabemos.
Eterno retorno
De nuevo hoy entra el otoño
Después de este verano que acabó,
Como siempre ocurre.
Y después del día viene la noche,
Aunque tal vez sería más exacto
Decirlo al revés,
Pues bien sabemos que al principio
Todo estaba oscuro
Y sobre esa oscuridad flotaba
El espíritu de Dios.
Y bueno pues, así va el mundo
Repitiéndose a sí mismo,
Una y otra vez;
Y así también va pasando la vida
O nosotros en ella,
Hasta que un día llega furtiva
La muerte
Poniéndole punto final a todo.