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Poemas de Vidal Garay

1
A todo esto

A todo esto
la luna ya tenía a la madrugada
entre sus brazos.
Después, cialis las horas cayeron
como hojas mustias
sobre pieles inertes.
Grietas en las venas
quedaron de un corazón.
Cada lágrima derramada
se volvió roca dolorosa
¿y cómo caminar
si te llevaste el andar
de mis sueños?

2
Recordando a monseñor

Acariciados por el corazón
van navegando los recuerdos
entre prolongados años
que vienen con sus rostros
de hojalata y carbón.
Recordándote Monseñor Romero, sovaldi
voz sublime
de las veredas prodigiosas,
recordándote milpa fecunda.
Y cómo no hacerlo, hermosura
de la historia
si está con vida un pueblo
que se alimenta
con las dulces y humanas
mazorcas de tu amor

Recordándote
voz de los sosegados ríos,
recordándote
inmensurable voz
de las veredas que nunca mueren.
Recordándote Monseñor bueno

3
y recordando tus lluvias frescas
que revivían hasta la piel
reseca
de los desiertos.

Recordándote
entre estos silencios
que no se conquistan del todo.
Estando en ello
con la médula de la madrugada
viene una sublime alegría;
el espíritu tuyo monseñor
en la tierra a germinado
maravillosamente junto
a tus hijos
que siguen sedientos de amor
pero buscando
la fuente.
4
Cuerpo urbano

la tarde con su cuerpo urbano
se tiende como muchacha
llena de amores prohibidos
y humanitarios.
Ya los gorjeos
de los pájaros acementados
se escuchan menos.
Aquellos rumores terribles
enfilados
hacia el borde de la noche
se desbarrancan
y caen.
Luego, la oscuridad galopa
desbocada casi
dejando huella
en cada poro
y arrecife de la ciudad.
Todo está rebozante
de sórdida angustia
nada se detiene.
En los rincones y vientres
de aquella urbe intoxicada

5
emergen con más bríos
los viejos diabletes
con sus costaladas
de injurias renovadas.
6
El que con
letras anda

El que con letras anda…
Cuando aquella ingrata luna llena
escupía estrellas
sobre el horizonte de la noche
me agarró la pasión.
Me enamoré  de una hermosa
edición de poesía vacía.
Le entregué venas, desvelos
y bien amarraditos mis anhelos.
Ella a cambio, me sonrió
y a decir verdad
no me dio una puñalada
me regaló tres.
7
Siempre

La oscuridad continua voraz
irredenta e implacable
intentando conocer sin maestros
el delicado vientre de la vida.
Ingenuo el amado pueblo
que olvidándose de la esencia
siempre elige las mismas sogas
para colgarse.

8
Aprender a ver

Es que uno nace por ahí
y sigue caminando por allá,
haciéndose fuerte
a fuerza de tanta pedrada cotidiana.
Es ahí donde se comienza a ver…
Y así te veo querido país:

Igual que un viejo lagarto artrítico

fondeado en las riberas

del cristalino río acelhuate,

durmiendo tus sueños de siglos

destilando una espesa baba

que envenena tus propias heridas.

9
Dicen

En todos los países
llenos de vientos contaminados,
de Aladinos alucinados
y más de una versión
de Alí Babá tropical;
la señora justicia, dicen
no es decente
y tiene cascos ligeros.
En todos los países
despeinados y tiesos
la señora justicia
sale de noche a caminar
con sus glúteos bien templaditos,
sus medias negras
y su faldita corta.

10
Grifos del cielo

Tormenta desnudadora de huesos
inundadora de pensamientos,
reveladora de verdades.
Grifos del cielo se abrieron
recorriendo
las grietas de los poros
y las conciencias.
Inmensas gotas espesas
mojaron el lomo desnudo
de la pobreza.
Y ante la amargura
nos rasgamos las vestiduras
cuidándonos
de dejar intacta la conciencia.

Flor Náhuat                                        11
A Matilde Elena López

Flor sencilla que navega espesuras,
abre brechas llevando consigo
su grito ardiente de esperanzas.
Posees el arte del brillo tenue de las estrellas,
la sensibilidad silenciosa, aquella
que tú ya conoces.
Tus huellas profundas y bellas
han sido fuente cristalina
donde saciar la sed.
Deseara dejar escapar el corazón
o mejor el alma
para ofrecerte estas letras como flores…
¿Cómo decir algo más bello y callado
si tu grandeza es como el arco iris
que se enciende en fulgurantes colores?
Aunque estas letras no sean flores
llevan sus dulces fragancias,
una gota de frescura y otra de soledad.
Flor náhuat que nación en una gran montaña
que encendió luz en las tinieblas
¿qué más puedo decirte sino hasta mañana?

12
Las horas

Como pájaros tejedores
de sueños y esperanzas
existimos, por supuesto
que existimos…
De tanto soñar
no logramos despertar
y las cadenas de asfalto
nos atan los pensamientos.
Las horas tiemblan, queriendo
mostrar sus sentimientos
de cemento,
tiemblan las horas
en su intención de endurecer
el corazón colectivo…
Siempre, siempre
nos acompañan los sobresaltos
que nunca se van a dormir.

13
Raíces

Entre las milenarias tejas de los cielos
y las morenas manos de la tierra
poco probable es que brille la verdad
en tanto la justicia
esté sojuzgada por la mentira.
Las raíces se prolongan tristes
en el vientre de la tierra.
Humo ordinario, venenoso
nos queda
para armar nuestros sueños.

14

Tarde

Repitiendo están las voces
de savia espesa:
Cuando los corazones
de la humanidad se agoten
se tomarán medidas
para salvarlos.
Se dignificarán los anhelos.
Tarde
los bosques
no tendrán su aliento
las lunas
estarán ya carcomidas
y quemadas
estarán las huellas.

15

Hojas húmedas

Después de la tormenta sacudidora
el viento levantará
un hermoso monumento
en homenaje
al no entendimiento.
Luego quedarán las hojas húmedas
y resecos los sentimientos.

16

Después de todo

Como un sueño estepario
extraviado en resbaladiza piel,
con gritos que presagian fríos silencios
viene llegando esta sedienta voz
dando tumbos
en toda la orilla de angustias madrugadoras.

Por esa infranqueable razón
que supera a cualquiera
se desea fervientemente escribir
un poema romántico que quizás no lo sea.
Si he de mencionar un nombre
con certeza no será aquel
de fresco olor a tarde
recién después de una ligera llovizna.
No será ese nombre de tiernos recuerdos
que se cuela sin permiso en el alma de mi dolor.
He de llamarte luna o anochecer
pues con delicada insolencia
has coronado una herida más en un pecho agradecido.

Con pletóricas manos sinceras
estas letras van recopilando
lágrimas de sutiles ilusiones,
van recogiendo con huacalitos
con dolor intenso
la ternura que fallece en la frialdad de tu mirada.
¿Y por qué sucedió esto así?

17

Porque cortamos de tajo antiguos árboles de magia
quebrantando sin misericordia los huesos del amor.
Mutilamos frágiles alas de gaviotas
que llegaron a besarnos con aroma de mar.
Después de todo, te amé, es cierto, con intensidad
y que ello sirva de dulce consuelo.

18

Inevitable

Inevitable resulta el dolor terrible
cuando las letras se desangran
para el alma de la vida.
No es menester tanto adorno
sólo ser uno mismo
en la aplicación sin límites
de profundas sinceridades.

Todo buen aventurero de la vida
conoce las esquinas, callejones
de su aldea desconfiada,
ha soportado por mucho tiempo
sus ciudadanos y otras cosas…
Apartando eso, entre pájaros
bajo la frescura de bosque, ríos
claros manantiales, que casi ya no existen;
somos propietarios de penas y dulzuras.

Somos grandes, en verdad
los señores del viñedo
y sentimos una gran sed.
Poseemos la noble delicadeza
que nos brinda
en forma generosa
nuestra sublime ignorancia.

Todo buen aventurero de carne y hueso
-igual que cualquier ciudadano-

19

está estructurado con sólidos componentes
de amor o lo que es lo mismo; sensibilidad,
y es un alivio que no se pueda disipar
con unos tres pasos de tiempo.

20
Abandono

Después de lo derrumbes mentales
aparecen las horas terribles
mostrando sus colmillos.
Las mismas horas que vivimos
como representantes del abandono
se encaraman sobre la historia
desnuda
de nuestra desapercibida existencia.
En toda esta historia
de abandono absoluto
por lo menos anónimos resultamos.

21

Sedienta

Patria sedienta de besos
pletórica
de ansiedades que esconden sonrisas;
bajo la luna y los semáforos
tiemblas.
Patria con ojos de pacún
regalas peligros de todo calibre…
Es cierto, patria, estás tatuada
medio enferma de todo
pero no tenemos otra.

22

Bien lejos

Allá, bien lejos
se alcanzan a ver
las hermosas raíces nuestras
colgando
casi por lástima
de los lagartos
que nos enseñaron a creer
en una patria sin cena.
En la historia actual
no cambian los dolores
sólo los nombres,
idénticos
resultan ser los lagartos
que nos hacen creer
en un patria
de bosques mutilados.

23

Ojos de alma

Entre agudas desolaciones
de espinas e indiferencias
algunos niños nuestros de cada día
se hunden como huérfanos navegantes
en el oscuro corazón
de las calles agitadas.
Cipote pelo parado y descalzo
de la cuadra del parque central,
con nueve años
tres completitos de calles, inclemencias
angustias e intemperie ciudadana,
se la pasa mirando
con sus ojos de tierra y hambre
las alegres vitrinas,
mira ositos de felpa, ropa suavecita…
Entonces se le escapa un suspiro
que vuela y se pierde
en el frío de las calles amargas.
Sus tiernos años
cuelgan de los caites
de la desgarradora deshumanidad nuestra.
Con ojos de alma
24

sigue mirando
con remotos sueños y anhelos
lo que como niño
le corresponde y se le ha negado:
su canto dulce
de pájaro libre.

25
Verdades

La cuna de palabras amargas
arrulla el sueño del pueblo
y le falsifica la conciencia,
haciéndole caminar
directo al desfiladero.
No se puede negar
la pobreza no posee poder,
también es cierto
que las verdades espantan
más cuando se quieren negar.

26

Cada poro

Los errores, las rutinas
y las insensibilidades
se destilan
de nuestros músculos
a cada paso.
La realidad de cada día
revestida de ansiedades
nos carcome muy despacio
y diluye sin misericordia
cada uno de nuestros poros.

27

Viento

Era fuerte el ventarrón
que despeinaba
el cabello de aquella noche,
golpeaba su rostro
con sus garras de hierro.
Ya de madrugadita
el viento se apaciguó
algunos pájaros imaginarios
cantaron
la sed siguió…

28

Cerca y lejos

¿Dónde estás dulce venadita
con tu frágil galope?
Estás cerca y lejos
de este corazón de jardines
y desiertos.
¿Qué ilusiones poderosas
te apartan con heridas
de mis manos morenas que te aman
sin horario?
Son las fugaces ilusiones desnudas
que por no besarlas con amor
se convierten en ausencias
y olvidos terribles.
¿Qué nos aparta pues?
¿Serán las rocas que vienen
y se golpean sin piedad
en ríos profundos?
¿Qué nos desune con sus vientos
y tormentas?
Nos desune

29

el inmenso amor que se extingue,
nos aparta
el imperdonable temor
de ir en serena búsqueda
del tenue reflejo del perdón.
Cierto, te busco
entre veredas y sombras frescas,
por calcinantes desiertos y mares
Dónde estás dulce venadita
con tu frágil galope?

30

Voz antigua

Poesía
como decir piedra
agua
revelaciones
antiguas y recientes.
Lanza inapelable
heridora de oscuridades
sórdidas
antiguas
y recientes también.

Poesía
como decir niño
pan
magia
heridas
más heridas
que surcan y resurcan
corazones humanos.
Poesía

31

como decir laureles
heridos
flechas de fuego
que incendian
ojos secos.

Poesía
como decir esculpir
verbos en piedra
para espantar
de una vez
malos espíritus.
Poesía
como decir palabra
de aliento
que alumbra caminos
ofrendando
con su voz antigua:
las manos lloran
unos poros sangran
en mancilladas noches
oscuras.
Y sólo la poesía

32

que del pensamiento
brota fluida
con sabor a sudor
abandonado
turbulento
pone sal
sobre los blanquecinos huesos
de la vida.

33

Empujamos el viento

En la ciudad que nunca duerme
merodea una presencia oscura
y los días repetidos
que empiezan mal
nunca sus antiguas angustias
enderezan.
Cotidianamente inundadas
nuestras fuerzas
se van quedando exhaustas
en las orillas prohibidas
de los desvelos lacerantes.
Esperemos entonces el viento
para que la barca del anhelo
nos acerque
a la reventazón de las verdades.

34

Voz suave

A veces lanzo mis ojos
hacia los barrancos de mi corazón
asoman dudas y tormentas,
sólo la voz suave
de mi pequeña hija
acaricia estos inviernos
pero ella, por ser de madrugada
aún duerme
y yo siento frío…

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