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Poesía de Alfonso Velis Tobar

Viejo
recuerdo

¡Qué  castaños ojos los de mi novia aquella!
La buscaba entre las sombras de los barbascos
Entre los frescos helechos  siempre la esperaba
Mi novia  tan bonita  como  esa “chiltota”
Pájaro de fuego  que pasa volando
En llama anaranjada deslumbrante
Rompiendo los aires  de repente
Me tiendo sobre la sierra sollozando
Están las aves  libando
En la región montañosa de los vientos
El vuelo del colibrí ronronea
Su  jade de colores extrayendo mieles en flor
Se ha herido mi alma entre las piedras
Mi corazón desmaya
Y pensar que no volveré a sentir
Aquellos besos  de fuego
De aquella novia perdida en la memoria
Y cuando menos debemos sentirnos viejos
Piensas en la eterna juventud
Prefieres los hondos recuerdos
A la llegada del verano
Junto a la colina caminamos
Viendo la sierra el mar a lo lejos
Caminamos sin parar hasta el encuentro
Acariciándonos al mágico instante
Soñando la gran marcha
¡Qué castaños ojos! ¡Qué encantos!
¡Los de mi novia aquella!
Y donde quiera que ella se encuentre
Se inunden de felicidad sus parabienes
Sus difíciles instantes
Mi tan querida novia ¡aquella!
Y me bese con los besos de su boca
Como dice el bíblico cantar
Mi país siempre a la mano su pesadilla
Y sin importarme  hoy por hoy
Me embriago en salud de sus placeres
Aquel recuerdo de la novia aquella
En esta dura soledad que me acompaña.

Blasfemia
final

Todo tiempo hice mal
En decirte que te amaba
¡Hostigan  tus tormentos!
Encantan tus desencantos
¡Has perdido la magia!
La calma del amor mismo
¡Qué sencillo era todo!
¡Por entonces!
El amor trotaba hasta
En los  mínimos asuntos
No sé si pequé contigo
Y porque he pecado
De palabras y obras
¡Por mi culpa!
¡Por mi grandísima culpa de amarte!
¿Quién no se lamenta hoy?
De la maldad de ayer
¡Si  supiera! ¡Yo mismo hice mal!
A cambio de haberte amado
¡Bárbara soberbia eres!
¡Pero me desesperas!
Pagas fría  tu discordia
Contigo ya no se recobran
Aquellos turbulentos instantes
Contigo ya se esfuma el misterio
De los intensos fuegos apagados
¡Orgullo vano esta penumbra!
En esperanzas  no fallidas
A la luz de que me ignoras
Si bien es cierto
La buena luz  irradia la palabra justa
Pero a veces hace renacer el odio
Cuando hay terribles verdades
Olas de mar embravecido
Y entre bravuras hay hipocresía
Perdura la ofensa la vergüenza
¿No lo sé, tadalafil discount si decirte te amo?
Aun sin cielo te amara
Aun sin infierno te temiera
Pues como te quiero te quisiera
Los sentimientos traicionan
Yo cargo en mi cruz  ese pesar
Después de todo
¡Nos mandamos a la mierda!
Enojos masoquistas
Enloquecidos de amor pasional
Llamando a los hijos
Que nos van dejando solos
Frustraciones satisfacciones
Cólera estallas insoportable
Terminas echando al olvido
¡Hasta qué grado se llega!
Se dibuja falsa la sonrisa
Se finge  sospechosa  la duda
¿No sé si hice mal?
¡Confesarte que te amaba!
Viene soplando el viento
Que se ha dormido  allá en la cumbre
Tu pobre amante ya no volvió a la carga
Y si vuelve palabras recogiendo
De virgen indignada
Ella oyó un día la voz
Se alzó como avasalladora fiera
Y es tan propio perdonarlas
No sé si esto es blasfemia
¡No seas infame!
¿Dios mío dónde  estás?
¿Qué te has hecho?
Dame una prueba tuya
Pesadilla  de mal sueño
Soñando despierto  me veo
¡Hice mal en decirte que te amaba!-

Avt/2013/08

Ver también

Nacimiento. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 21 de diciembre de 2024