Poemas Ana Amaya Aguilar
Escritora y poeta salvadoreña
EL GRITO
Una libélula oye mi respiración
tras el vértigo de los grillos de la noche que cubre las augustas máscaras
de lo desconocido. Un grito cae,
arrancado de un lugar sin nombre y sin origen,
está bajo mis sueños
Y viene de la garganta de todas – todos todos los muertos caídos,
en la guerra, en la pandemia
y el crimen común y organizado. Grito callado
Y que ahora resurge en las noches largas de su apocalipsis invisible
UTOPÍA
El ruido peatonal,
el transporte y su smog
el canto de pájaros encantados, el chirrido de las golondrinas
despiertan al mundo
y surge la ilusión de siempre, “dar otra vuelta de tuerca”
a la nuestra matria
hasta la matria despejada,
rebosante de amor, solidaridad y justicia.
LUMBRE DE ESTALACTITA
De vez en cuando
me envuelvo con tu piel, respiro con tu aliento
Y te transformo en invierno, verano y primavera. Recorro los caminos dormidos,
que transitamos juntos; y…
en un atrevido flash back te veo iluminado de amor
Y penetro a esa burbuja de luz blanca, para navegar con tu energía,
sobre el oleaje
del mar que inventamos.
Sólo un retroceso
en la sinuosa línea del tiempo transformado. Vuelvo a mi casa de cristal,
en este aquí y en este ahora,
donde cabalgo en mi brioso corcel hacia mi nueva travesía,
con lumbre de estalactita Y la PRESENCIA infinita.
POEMA SIN PALABRAS
A veces soy mujer de olvidos, me preceden rosas desteñidas, árboles mutantes,
esquinas cerradas, soles dormidos, fogatas que no arden,
cedazos que no filtran.
A veces me trago las palabras y las penas
¡Y pienso tanto!
como en un torrente galopante de pensamientos antiguos.
Hablo poco, lo sé. Sin embargo,
me comunico con el pensamiento, los ojos, la kinesis,
mientras escribo, escribo, escribo poemas con mil palabras por minuto
¡Quedo vacía!
vacía de angustias, desamor y deslealtades, sustituidos por pájaros azules,
que me atraviesan
y borran tu irrepetible figura.
Llegan los verdaderos silencios que limpian y nutren
células, moléculas, tejidos, piel, vertientes…
Y resurjo con nuevas voces, fuego de sol, naturaleza viva
Y la intensa vibración de mis ardorosos poemas sin palabras.