Umbral de mí soledad
Ella vino y se fue
Entró y desarmó todo
Ilusionó mis anhelos con sus promesas de seda
Inundó mi garganta con nudos corredizos
Vino y se fue
Se fue, simplemente sin castigo ni venganza, sin despedidas ni promesas
Argentina vino a mí en el umbral de mí soledad
Y se fue.
Noctambulo
La noche se posa en la ventana
Soy el maquinista del ensueño
En el reloj faltan horas
Y he escrito mil poemas sin poner una letra
Mi cama frio sepulcro de soledad
A mí alrededor, las paredes se aburren de ser contempladas
Techo en el que las telarañas fabrican rostros
Afuera, los perros anuncian las discusiones de los borrachos
Cuántas veces deseé, caminar descalzo por las calles
En las noches gobierna el silencio, solo yo y mis pensamientos
De sístole y diástole sin sentido
Enjambres de abejas chocando entre sí
Hasta que la noche agoniza, y me decido a pernoctar.
Héroe del barro
Entre las burbujas del barro el héroe emerge
Escuchen bien, escuchen en lo alto
Este es el himno de todos los héroes del barro
Vencidos, explotados, pisoteados
Parias de la sociedad
Lo dan todo en cada batalla
Creen en el amor, y esos mitos
Son toscos, torpes a la hora de la conquista
Pero nada puede sorprender a un héroe del barro
Todo lo ha visto
Todo lo ha vivido
La vida los ha usado de chivos expiatorios
Nada parece dolerles
Si caen, se levantan de inmediato
Sus almas rebosan de cicatrices
Pero véanlos bien, ellos emergen del barro
Una y otra vez
Una y otra vez
Una y otra vez.
Bailarinas
En el basto y silencioso mar de mi alcoba
Admirando la noche tan purpura
Mis ojos no se cierran
Pero al igual sueño con todas y cada una de ellas
En sus llegadas y despedidas
Aderezando la esperanza con el “quizás”
De haber seguido con ellas
Con pláticas en cafés
De tardes inagotables en algún motel
Y graciosas como lirios bailan al viento
Luceros transitorios
Humo de colores, todas tan brillantes
Todas tan inalcanzables
La soledad tan oscura y las bailarinas tan brillantes.
Raíz
Soy de un lugar
Construido sobre la basura de la sociedad
Entre el desperdicio humano
Junto a los esclavos;
Las prostitutas, los delincuentes
Es increíble imaginar
Que soy un producto de guerreros muertos
Que dieron sus vidas por ninguna causa
Un taciturno más de las noches de farra
Un héroe de barro
Un perro de la calle
Una miga en la nada
De ahí soy
Mis huesos, mi alma
Mi corazón
Mis ideas románticas fueron concebidas en una mesa, de tablas torpemente clavadas
Mis noches de amor las pase bajo las alas de murciélago, de alcohólicas damas
De ahí soy
Y ahí construí mis raíces.
Horizonte
Bajo las alas extendidas de las gaviotas
Sueño con el cielo
El viento acaricia mi alma
La música comienza su sonata
Mis labios dibujan quimeras en las nubes
El sol me baña con sus rayos amarillos
Cortina de seda dorada, cobija al cielo
La arena graba mis huellas;
Tatuándolas en su historia
Mostrando el camino que dejó hacía el horizonte
Veo la ciudad a la lejanía
Compuesta con ruinas y colores;
Matices e ideas
Sangre, espíritu, esfuerzos y recompensas
El sol se pierde en el mar
Al anochecer la ciudad despierta
Los vivos duermen, los muertos gobiernan
Aderezan los edificios las calles, y callejuelas
Con bullicios, cigarros y orquestas
Reflejadas como prisma a la lejanía
En el brillante manto de luces incandescentes
Con edificios antiguos, de cultura soberana
Contiguo a tiendas que musitan y venden parafernalia
Con cafés para intelectuales, tiendas para mediocres
Y poco a poco el horizonte se va difuminando hacia nada más
Y me quedé observando desde la esquina de mi mundo, hacia el más allá.