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Poesía de Marcos Rodríguez Leija

LA CASA

A mi casa le falta un brazo

Se detiene en una pierna y no es aquella

con la que aprendió a patear las piedras

El brazo que le falta era el fuerte

el que usaba para aferrarse a la vida

Mi casa tiene el gesto de una perra enferma

tiene heridas que no cierran

hay quien dice que ya tiene gangrena

Mi padre es carpintero pero mi casa

esta casa llagada / enferma

no es de madera

 

EL INCENDIO

Una noche mamá nos despertó alarmada

—¡Se quema la casa! ¡Se quema la casa! —gritaba

tenía un claro paisaje de terror en el rostro

Al ver la mano macabra de la llamarada

no le di importancia y me dormí de nuevo

Aquello no era tan grave

la lengua endemoniada de mi padre

desataba peores infiernos

 

DÍAS DE HERRUMBRE

Hay una casa echa escombros por dentro

Un hombre vomita el cansancio

de no hacer nada más que esperar su agonía

Una mujer deshilacha y remienda la vida

en el baile de las preocupaciones vanas

Espera el consuelo que lleva en sus manos

la caricia de la muerte

Hay una casa derrumbada por dentro

Afuera hay un jardín donde se besan mariposas

 

DETRÁS DE LAS VENTANAS

Detrás de las ventanas algunos adoptan gatos

para lanzarle arañazos al vacío

Alargan sus días macilentos

pierden el miedo a caminar por las cornisas

Aprenden a lamer del alma las heridas

se vuelven maullido sus lamentos

Se acostumbran a la humedad

a la penumbra

a un cuarto lleno de escombros

Comen distinto

les cambia el sueño

la hora y la forma en que se alimentan

El olor les cambia

la forma de mirar al mundo desde las ventanas

 

CUERPOS 

MORTECINOS

Los hombres son cuerpos mortecinos

abriéndose paso entre las sombras

Perdieron algo:

el amor / la risa / la memoria

las ganas de vivir el tiempo que les sobra

el gozo de todo lo vivido

Los puedes ver en las esquinas

esperando su no sé qué

en las bancas de los parques

deshojándose

saliendo de los bancos

del trabajo

de los trenes

deshojándose

Así van todos sin saber a dónde

persiguen las flechas arbitrarias

que les marcan los caminos

En sus rostros fúnebres

sus ojos te dicen todo

perdieron algo:

el amor / la risa / la memoria

las ganas de vivir el tiempo que les sobra

el gozo de todo lo vivido

Son cuerpos mortecinos

abriéndose paso entre las sombras

 

Marcos Rodríguez Leija nació en Nuevo Laredo, doctor buy Tamaulipas. Forma parte del Diccionario de Escritores Mexicanos del Siglo XX, case publicado por el Instituto de Investigaciones Filológicas y el Centro de Estudios Literarios de la UNAM.

Recibió el Premio Nacional de Periodismo e Información 2000-2001. Es autor de los libros Minificciones (minificciones, stuff 2002, IMC); Pandemónium (cuento breve, 2001, CNCA, ITCA), Souvenires (minificciones, 2011, CNCA, ITCA); Rumor de humo y ceniza (poesía, 2015, CNCA, ITCA); El susto (cuento ilustrado para niños, 2015, editorial Anónima).

Coordina talleres de minificción y su trabajo literario es utilizado por el Centro de Estudios de Español para Extranjeros (CEPE-UNAM) y ha sido traducido al inglés, francés, italiano, portugués y alemán.

Ver también

Ilustración de Iván Alvarenga. Sin título. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 14 diciembre 2024