Un día te hablé de la geometría del regazo
de la desnudez que lleva al mar
del vértigo de enviar un e-mail
cuando la certidumbre vacila
y el reloj yace sediento sobre la mesa.
Hoy te hablo del libro
que huele a madrugada
de estos barrotes
con forma de kilómetros
de las fisuras de un orgasmo
convertido en dogma
de un compendio demoníaco
huyendo al peligro / que amo.
Mi madre me reveló desde pequeña
que el invierno es una brújula
que apunta hacia abajo.
Regreso a mis diez años
me extingo.
La lluvia duele como territorio de guerra
sus gotas forman evangelios en el suelo
los guardo en mi bolso como caricaturas.
El agua no es escudo hoy
trajo raíces convertidas en vísceras.
Agonizo sobre tu mar salado
hoy no hay arcoíris.
Escuché mis pasos
en una ciudad ajena
el eco de Bach y Chopin
revelan rostros sin gestos.
Esta lluvia asfixia
las sonrisas fingen
se disparan hacia alguna parte.
El recuerdo es frágil
la lujuria un río que susurra
y vence.
Me hago fragmentos
me busco en un gemido
muy lejano.
Yo
De día : espejo, malady piel, fragancia, máscara.
De noche: Esqueleto, carne, sangre, precipicio, angustia, herida inconclusa,
grito en el silencio.
Muero de vos
la muerte es un viaje de luz eterna
caliente,
casi líquida
que quema mi piel ingenua
patria sobreviviente de lo cotidiano
y de tus promesas.
Soy dueña de un infierno
que cabe en esta cama
aquí se incendia tu nombre
y no me basta
nace un poema
hierve el aire
Se hizo tarde ya
y la certidumbre de la suma de mis días
no es ajena al mar que nos separa
súbito
vasto.
Esta noche quema tú extensión
tu imagen hecha hoguera
arde en mi vientre.
Espectro
Tenía que elegir entre ser sumisa
o abandonarte
alma de hojalata sobre un rotulo de For sale.
Testigo de mi propia ejecución
era un triste presagio, un naufragio
hasta que borré el alma
el día en que los silencios
movían las azucenas en las macetas.
Mi dignidad resucitó
sobre un dolor de piedra.
Te nombro y pienso en nada
cuelgo el miedo pegado a mi piel
lo extiendo como ropa sucia sobre alambre de púas
no me desangro
porque encontré la cicatriz precisa
y me reconstruyo.
Diario
6:30 pm -Llego a casa y expulso mis tacones de 12 cm de altura. Siento la necesidad de ser algo preciso.
7:00 pm – Me desenredo, me desdoblo, me descosturo, me busco entre un manojo de carne y huesos.
8:35 pm- Huyo del vértigo de la conciencia y tomo el control del audio, Sam Smith, Everlast, Cat Stevens, Radiohead.
9:30 pm-Hago una autopsia de mi caricatura y abrazo el centro del espanto.
10:30 pm-Adelanto los segundos, los días, los años. Quiero perpetuar la costumbre de buscarte en el epílogo del mundo.
12:00 -Dormir, despertar, insomnio, dormir, despertar….defiendo tu luz de esta sombra.
Arrojo de mi boca la palabra furia
La ventana se inhibe.
Las dudas nadan en tinta
de tonos magenta que parecen azul
y me precipito como espuma sobre la mesa
colapso hasta volverme tarde, noche, grito, homicida, piedra.
Uno aprende a ser roca.
Cita
2:00 pm, un café
botas altas y una blusa especial.
Transpiro miedo.
No advierto que la palabra amor
va firmada en el lateral del auto que me conduce.
Nos miramos
encendemos linternas de palabras
es violenta la ternura.
Te abrazo, me abrazas, nos abrazamos
cruza por mi mente la expresión prodigio
la luz ronda en el fondo gris de mi corazón
mis manos diseñan a las tuyas
otra dimensión de silencios
El mapa planea un ardid
vos seguís susurrando te amo
y nos comemos el sol
a pedazos.
Todo esto que sé de ti
es un puente abandonado en el jardín azul.
No quisiera que lloviera
pero el aire acaricia la lluvia y cae.
La ciudad está triste
desnuda
acaba de nacer
está ciega.
La distancia aterra
de nuevo el aire destroza el cristal
empuja tu recuerdo
que viene de lejos,
y agita mis raíces
con tiernos susurros monosilábicos.
Los dos sabemos
que dentro de aquella eterna pregunta
todavía permanece un secreto.
La cédula que cargo en mi bolso es lo único que indica que existo. Adquiero el matiz de los mitos y trazo sobre mi cuerpo un mapa, una ruta que desparrame colores desde mi vientre y lo llene de flores. Una curvatura que retuerza la luna en mi sangre. El tiempo se detuvo en algún sitio, un espacio donde podría no estar ausente. Mi rostro me abandona, son días en que el aire no existe, días en que ni las sábanas adquieren mi forma. Una intrusa desde el inconsciente fabrica pasadizos en mi cuerpo.
Las medusas
rasgan el reflejo del sol
con sus manos temblorosas
tejen una alfombra de luz sobre la arena
para mostrar a la luna
el camino de regreso
El mar triturador de rocas
nos abre los ojos con su lenguaje de agua
el mismo que esconde en su vientre peces y plantas
descubre el lunar de tu espalda
pequeño como un grano de arena
como un minúsculo universo salado
que convoca sirenas,
las de Molina, las de Homero o las de Kafka
las mismas que entierran estrellas marinas
en los poros
y graban caracoles cerca de tu oído
para que nunca te marches.
Libero al pájaro que me habita
redimo el estigma
la duda
la tristeza que se hospeda en una lágrima.
Minúscula ave que planea
sobre un paisaje enorme, turbio y triste
rasgada en pequeñas partes
oculta
harta de miedo
de silencio.
Solo quiero refugiarme en la ternura
de unos ojos que amanecen.
Soy piel, huesos y carne
con dos pequeños lunares en la espalda
labios suaves
delicados y estériles
un pequeño tic en el párpado
intenso cuando siente rabia
ahora frecuente y preciso.
Me he dado cuenta
que una voz me llama
desde el fondo de mi cuerpo
y una veleta gira
sobre esta casa
donde nadie pasa.
Sueños de origami
Se puede contrarrestar el smog
con un oleaje de risas
encontrar el mar en este edificio
deslizarse por el ascensor en una especie de surfing
observar el sacrificio del sol
cayendo desde los ventanales.
Dejarse arrastrar
Por la bulliciosa marea de los oficinistas
que van de salida.
Se puede naufragar
o salvarse
todo depende de la calma o la tempestad
con la cual
me arrastre tu mirada.
Todo converge
las horas
el cielo
los motivos
la promesa del día anterior
la canción que suena en la radio
incluso el tráfico
Todo.
Menos tú.
Suicida
Te aíslas bajo cerraduras de silencios
te busco convertido en luz.
He muerto varias veces
he sido suicida
y cada noche
un verso me recoge en el vacío
LA TRISTEZA DE MI PADRE
irrumpe.
Es líquida.
me sumerjo en ella
me ahogo.
LA MUCHEDUMBRE SE PRECIPITA
Son telegramas urgentes
autómatas compuestos de olvido
en otra parte un teléfono
en un rincón
junto a la ventana
espera
espera.
UNA LIBÉLULA
enluta sus alas.
La noche resiste un enigma
hilvana lágrimas
dos
se alejan.
‘’En mí vive un grito’’
Sylvia Plath
EN EL VÉRTICE
mi otra se desprende.
Sangro.
Fieras
nos devoran por dentro.
OCASO
Voces sujetan la brisa.
llueve sed.
Invades
fuerza de vendaval
sacudes
dilatas
perturbas
angustia
te llaman.
EL INVIERNO SE SUICIDA EN MIS POROS.
La ansiedad viste de ti.
Somos queja que oscila
hacia el equilibrio del regazo
La armonía de tu cadera
nos une.
Parodiamos muerte.
BESO
La catedral
espera
que unos ojos
unos labios
cometan el sacrilegio de turno.
Mañana
Veo el teléfono
no está tu nombre.
Resisto.
El aire golpea la ventana
las aves juegan
entretienen al día.
Conspiran el diario y la tele
-Muere García Márquez-
-Crecen los pirómanos-
El presente contiene utopías
explotan como globos en el viento.
Hoy
un eco podría quebrarme.
Se suicida el tiempo
Mi pájaro de arena
muere en un espejismo.
Ha llegado el invierno
yo
cierro la puerta.
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