POESÍA DE SERGIO INESTROZA
Soneto uno
Acaso imaginar cosas mejores
Debo, como esas noches con estrellas
En las que se ruborizan doncellas
Que con mucha astucia cumplen favores.
Debo aprender a gozar tus primores
Y decirte al oído cosas muy bellas,
Para que entre tú y yo no haya querellas
Que den cabida a tantos sinsabores.
Y mientras pongo mi imaginación
En acción, fingir he nuevos quebrantos
Que te muevan a derramar tus llantos,
Y abras las puertas de tu corazón
Que me permita gozar tu ternura,
Mi encantadora y hermosa criatura.
Soneto dos
Con débil mano por ti perfumada
pongo a tu alcance, mi musa preciosa
este poema que no es otra cosa
que la prueba de un alma apasionada.
Que te demanda respuesta adecuada
al pedido de tu mano graciosa
que implica celebración religiosa pues,
vengo de familia recatada.
Desde que te vi divina criatura
quedé de ti para siempre prendado,
soy reo confeso; me has trastornado
con tus redondeces y tu hermosura;
ya solo anhelo gozar tu ternura
para vivir siempre de ti prendado.
Soneto tres
Me han contado que en un mar muy lejano
existe una isla que guarda un tesoro;
y espero aquí no faltar al decoro
al que me debo por ser ya un anciano.
Ahora que todavía estoy sano
buen tiempo es para ir en busca del oro
después no podré cuidar ni del loro
todo esfuerzo entonces será ya en vano.
¿Quién se anima a ir a esta aventura?
Si Dios permite, tendremos fortuna
ocasión esta, en verdad oportuna.
Muy poco importa si os suena a locura;
pues todo lo supe de dignos labios
que no confiaron su secreto a sabios.
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