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Poesía de Kerin Díaz

Todas tus calles huelen a historia

Todas tus calles huelen a historia

A vidas apresuradas al caer la tarde Las avenidas son recovecos que huelen a sexo, al hedor de la sangre coagulada, al tufo pestilente de heces de los indigentes que pernoctan los parques, noche tras noche, día tras día

Recuerdo cuando dejé las suelas de mis zapatos sobre la décima avenida, corriendo como loco solo porque a un desalmado

le había gustado mi reloj recién estrenado

La calle Darío se adorna de desfiles bufos, marchas reivindicativas y el montón de ventas que reducen el paso de los transeúntes

Mientras tanto yo espero, paciente, sobre la 1a calle En la parada de la Tecno, conspiro con la noche para caminar juntos hacia la boca del centro

que nos come y nos eterniza con los vaivenes

de sus calles ruidosas y sus ardientes avenidas.

 

Mi niña

Amor, muchas veces te dije

Que tu luz, tu sonrisa encendía mi vida

Que me arrepentía de lo que una vez maldije Que nunca tendría una vida compartida

Pequeño ser, chiquitito, de pies adorables Te arrullo, te mezo, me enternezco

Con tus lunas crecientes imparables Toma mi vida plena, que yo te la ofrezco

Dulce niña, lindo tormento, amado encanto Vuelvo a vos desnudo para abrazarte

Cada día, cada noche para borrar el espanto Y correr juntos por la vida sin dejar de amarte

Mi niña, duérmete con el arrurru mi niña Cabeza de ayote… que yo velo tu sueño.

 

El piojo barrigón

Chiquitito chiquitito es el piojo barrigón

Es travieso, inquieto y juguetón

Un día a mi cabeza sucia se acercó

Hizo casa y lueguito lueguito se aparcó

Pica que pica, rasca que rasca

Piojito tremendo y burlador

Pica que pica, rasca que rasca

Loco estoy por tanto ardor

Un día mamá sorprendida me miró

Al ver bien dormido al piojo suspiró

¡Huy que bicho tan horrible y gordiflón! ¡Vete lejos de mi niño, parásito cabezón!

Pica que pica, rasca que rasca

Piojito tremendo y burlador

Pica que pica, rasca que rasca

Loco estoy por tanto ardor

Ahora cómodo y alegre te veo, piojito danzarín

Haciendo carnaval y fiesta en mi perro bailarín

Fin.

 

Marinero

Como el viento sopla tu rostro Así te quedas en mis labios Preso está mi corazón, preso Sólo tú puedes liberarme Anda amor, rompe el artilugio Sino, déjame volver a la mar.

Ver también

Ilustración de Iván Alvarenga. Sin título. Portada Suplemento Cultural Tres Mil, sábado 14 diciembre 2024