plumas
alguien que no soy yo me toca el alma
nada importante pasa en ella
bien sabe mi alma la mirada rota que dejo en las bancas
la torpeza de mis manos cuando de la taza de café
se resbalan gotas
y perece en el suelo húmedo
un charco desgarrado de honda negrura
observo desde aquí una suave ola de plumas de pájaro
no es el cuerpo tibio y esquivo del ave en mis ojos
veo
la hondonada de plumas entre mis dedos
alguien que no soy yo encierra en mi puño
el silencio
pequeñas plumas gotean entre estos dedos
es un pequeño pájaro
muerto
y si me abro de par en par
y si me abro de par en par
es porque cabalgo sobre el agua y el río
soy el camino y el sendero
el río el agua y la piedra
si me abro de par en par
como las puertas oscuras
es porque navego sin brújula
hacia tu patria de sombras
y tiernos desvelos
y si me abro de par en par
es para que me comas hambriento las tardes
con tus dientes afilados de sol
es porque imagino un laberinto
adentro de tu cuerpo
por eso me abro como una ola destruida
o una llama de fuego
o un tiempo convulso e irremediable
abrirme para ser un roce de tu cuerpo
en las piedras
regresar a casa
regresar a casa palpitando de razón
tiene cierto sentido de polvo en las sillas
intento abrir con fuerza los ojos
y mirar la claridad que entra por la puerta
para aprender a sentir la dureza de la soledad
adentro de los ojos
lo absoluto de la soledad de pertenecerse solo
caminar descalza por la casa asumiendo los detalles
la arruga de la cortina la telaraña encima de la ropa
acurrucarse para recoger los libros y los lápices
ordenar las sábanas y las tazas
abrirse en dos las manos para comprender
que los ruidos opacos que responden a las palabras
son la verdad humana de los que siempre
se están despidiendo
regreso a la soledad porque me gusta su sonido
su hambre por el polvo
su deseo por acariciar el sonido de mi sombra