POEMAS DE ALFONSO ORANTES
r !
o ¡ A
m ¡a m o R! M
¡ a O
R !
amorfo amor – amargo amor
amorfo amor amortigua
amoroso amor amarga
amor amortiza amor
amordaza amor amante
y el amorío amorata
amor amortaja amor
¡ amor – amor !
¡ amor amargo !
¡ amor amorfo !
¡ amoricones !
¿ amor ?
amortigua, amordaza, amorata, amortiza, amortaja…
¡ amor….. amoral !
(Del poemario Albórbola, 1935)
m i l a g r o
(Del poemario Albórbola, 1935)
todo el paisaje ajado en un gris triste
muestra la suciedad de una semana;
el sol lleno de lumbre legañosa
unta las cosas de amarillo usado;
los árboles su abulia y su descuido
exhiben en sus copas desgreñadas,
usan los cerros delantal con mugre
y los llanos sus sábanas manchadas…
el volcán que es montera de horizontes
lleva una felpa tiesa y engrasada
y el mismo cielo tantas veces pulcro,
con nubes tiene el rostro embadurnado
ante aquel espectáculo indolente,
surge la tempestad riñendo truenos;
fulmina rayos su visión airada
y azota con sus látigos de viento;
aquellas expresiones de su enojo
-que al huir pavorido el eco arrastra-
rematan al final desesperadas
en un copioso llanto de aguaceros
cuando le pasa aquel berrinche al día
-que amilanó el espíritu del aire-
y enjugándose lágrimas se aclara
su vista turbia y su ánimo se aplaca,
entonces ve – como ojo estupefacto-
que con llorar despercudió el paisaje.
PEQUEÑO MONSTRUO
“y los moluscos reminiscencias de mujeres”
Rubén Darío.
Pequeño monstruo. Del placer la gruta
íntima. Ventanal del cielo. Foso
revelador de infierno milagroso.
Isla, molusco, monte, flor y fruta.
Perdido ya el Edén, mínima ruta
para su hallazgo. Surco misterioso
de recuerdo y olvido. Sello venturoso
de semilla que en gloria se transmuta.
Raro designio del deleite quiso
mostrarse en tal prodigio débil, fuerte
y al anunciar tu signo el paraíso
-manzana del pecado ahí escondida-
revelará en su umbral cómo es la muerte
y qué estrecha es la puerta de la vida.
San Salvador, 1955.
A CLAUDIA LARS
Ahora que padeces por la espina
que tenías clavada entre la rosa
de tu vida de niña prodigiosa
y sabes la verdad que se avecina.
Ahora que tu espíritu se afina
para cambiarte en forma milagrosa,
no te herirá, porque será infructuosa,
la envidia y lo dañado de la inquina.
Como tú sabes que la gloria existe
y estás segura que a la hora incierta
ninguno por tu ausencia estará triste,
siento que entre la dicha y lo fatal
si a Carmen Brannon lloraremos muerta
no a Claudia Lars porque será inmortal.
San Salvador, Diciembre 1972.
AÑO NUEVO EN PAZ
(Respuesta al soneto NOCHE BUENA EN PAZ de su amigo, el escritor Rigoberto Bran Azmitia).
Respondo entusiasmado a tu tarjeta
que me trajo el pregón de tu amistad,
estrechando en la dulce Navidad
tu mano amiga y tu estro de poeta.
Aunque en la vida el porvenir inquieta
porque el presente ofrece oscuridad
pues el Hombre de Buena Voluntad
parece que voló de este planeta,
al invitarme así con tu canción
a compartir en esta Nochebuena
un minuto infinito de oración
que recorrió en mi ser toda su escala
y tornó mi existencia más serena,
sólo pude exclamar !PAZ, GUATEMALA!
Enero de 1984.
POEMAS DE ELISA HUEZO PAREDES
TARDE AMANECE MAYO
(Junio 23/94)
El corazón despierto, desvelado,
sigue el continuo afán de estar despierto
y la memoria oscura busca un puerto
que le indique la ruta que ha olvidado.
Cálidos los recuerdos han quedado
brillando con la luz de ausente huerto,
como tibia posada en un desierto:
espacios que la mente ha resguardado.
Gracias, Oh Dios, por esta gracia plena
de recoger la rosa y las neblinas
bajo este cielo gris, que no da pena…
Si este mayo amanece por la tarde
que el ala del amor siempre le guarde
para no herir mi mano en las espinas.
PROMESA
A mi nieta Graciela.
(Febrero 1993)
La transparencia de un capullo tierno
se levanta a mi vera,
halla en mi corazón tibio refugio
y en mis labios encuentra lo que espera.
Vino al mundo risueña y delicada
como la luz de la mañana nueva
y, abriéndose fue, tal como el día
empapada en la gracia de su estrella
ofreciendo su diáfana estatura
al reto del granizo, del sol o la tormenta.
Más ella guarda
en la pequeña mano, su defensa
que como cetro empuña: ella es el ama
del amor sensitivo y de la fuerza:
su corazón de miel es su estandarte
y su gloria la activa inteligencia.
Apenas sus seis duendes
con agitado paso su pié guían,
ella les obedece
con un imán de inquietud y de alegría.
No saben si hacen daño
sus locos dedos que tocan, buscan, trizan;
se quema con la brasa o se clava una espina…
Pero es fuerte y gozosa
y si tiembla es de cólera furtiva
cuando invisible mano
le doblega su ensueño y le castiga.
más yo se que ya es dueña
del corazón que al corazón le mira
porque es tierna y confiada,
dulce, impaciente, cándida y altiva.
Gracias te doy, pequeña,
por brindarme tu amor en tu alegría,
gracias por tu ternura
por tus seis pétalos fragantes y tu risa.
Quiera Dios que nos dure
esta felicidad tan compartida
y ya no te haré falta
cuando mires las nubes y sonrías.
LA RESPUESTA
(1993)
¿Cuándo es que la chispa se apaga,
Cuándo es que la llama se enciende
y porqué es que ninguno comprende
que llevamos por dentro una llaga?
-Porque no se le ve ni se siente
ignorando su oscuro realismo;
porque es tuya la oculta corriente
es que debes sufrirla tu mismo-
¿Porqué hiere tu sangre a tu sangre
y tus ojos conviertes en flechas?
Tus palabras marchitan las flores
como látigo cruel de saetas…
¿Cuándo es que la chispa se acaba,
cuándo es que la llama se muere?
-Cuando ya no se agite tu sangre
por el odio, ni el llanto ni amor,
cuando sientas que hay frío a tu lado
y resurja el ayer más que el hoy…
¿Dónde encuentro la lumbre de Sirio,
¿Cómo entro a las olas del mar?
Y mi azul cabellera de lluvia
¿en que sitio la puedo encontrar…?
-Retrocede tus días vividos
y regresa a tu fúlgido ayer-
¿Cómo hacer? -Desviviendo los años
que en jirones están por doquier…
PRESAGIO
(1995)
¿En dónde está, que se hizo la poesía?
¿Está acaso dormida o yace muerta?
¿Es ruin pereza, es haraganería?
Algo la está matando, es cosa cierta.
¿Es la vejez quien le cerró la puerta?
¿Ya no despertará de su agonía?
¿En dónde está, qué se hizo la Poesía?
Tendré que ir a buscarla: y si está muerta
sabré con un hechizo revivirla
aunque sea rompiéndola a pedazos
nací con ella, tierna, entre mis brazos,
y juntas hemos de dejar la vida…
TEMA
La mariposa en el aire,
el pececillo en el agua,
tu presencia en mi recuerdo
hacen la misma acrobacia:
tras la flor la mariposa,
el pececillo en su danza
y mi mente persiguiendo
cada pétalo de tu alma;
si te has ido, no te alejas
y si te alejas, te alcanza,
que está fundido mi ser
con tu esencia y con tu llama.
Llama que me llama siempre
(pertinaz y oculta llaga)
llaga que a sanar no llega
porque vive desangrada,
ya que tu amor y mi amor
fueron espina y mortaja.
Te llamo dentro de mí
y tú te quedas afuera;
ya fuera de mí, te busco
y es mi alma la que te encuentra.
La noche que me dijiste
“el cielo es éste en la tierra”
sentía que tus pupilas
se convertían en flechas
para traspasar mi sangre
y darme una vida nueva:
llama que me llama siempre,
llaga que a sanar no llega
porque el ascua que encendiste
no la apagó la tormenta.
Te dormiste dócilmente
como un niño desvalido,
nunca vi tan indefenso,
tan inerme, tan sumiso
cuerpo con tanto vigor
y carácter tan altivo:
la Muerte, la Desvelada
venció con su beso frío,
por ser mujer te llevó
con tu último suspiro,
y te envolvió quedamente
entre sus brazos de lino.
Y sin embargo te quedas
ingrávido entre los hilos
de mi espíritu en que vives
todo el tiempo sostenido
POEMAS DE MARÍA CRISTINA ORANTES
HUÉSPED
El rostro de la muerte comenzó a dibujarse en el espejo
y su estampa a colarse en los rincones,
a brotar de las grietas,
a albergarse en el césped,
y a entrar en las alcobas a mirarnos dormir,
todos nos dimos cuenta
más guardamos silencio
y comenzó a extender sus dedos silenciosos por la casa…
crecía en las baldosas del jardín,
estrenaba los muros con su traje de hiedra
y lucía una flor en la solapa,
abría los armarios, hurgaba entre los libros,
se sentaba a la mesa,
entonces sonreía con su sonrisa triste.
El tiempo fue creciendo
y en su abrazo de sombra
todos nos habituamos a su frágil silueta,
a las pocas palabras que nos dice
y a sus ojos enormes…
Su etérea transparencia se ciñó a nuestros días,
ya no nos sobrecogen sus pisadas
Hoy es de la familia.
Odiamos el lugar al que pertenecemos,
pero no nos marchamos,
el vínculo de hiel nos mantiene ligados
como un mal matrimonio
y no nos vamos,
tenemos mil pretextos para estar adheridos
a esa tierra del mal,
seguimos vinculados al infierno
que nos ahoga a diario
al que necesitamos maldecir
para así respirar.
DEBERES
Debes ser invisible,
aprender a callar las palabras que hierven en el mundo,
ser muda compañía del viajero
en su peregrinaje a través de los siglos,
ser estrella despierta,
un surtidor de luz, con la mirada ciega.
Debes dejar que la vida se te añeje en la carne,
apaciguar los sueños,
sujetarlos en las hebras de plata,
olvidar la sonrisa que aún pudiera adornar una tarde
y cavar una fosa en la tierra de nadie
para dar sepultura a algún recuerdo,
ser lago, nunca río que se lanza hacia el mar.
Debes volverte hielo
y asomada al espejo, descifrar sus arcanos,
prolongarte, ajena ante la imagen que te escruta
y seguir delineando tus huellas en el polvo
más sin jamás alzar la vista hacia las nubes.
S. S. Octubre 2016.-
SÓLO ESTA VEZ AQUÍ
“Sólo una vez perecemos,
Sólo una vez aquí en la tierra”
Nezahualcóyotl
Sólo esta vez, aquí. Sólo este viaje
hay para conquistar la flor y el canto,
una ocasión para estrenar el llanto,
un plazo señalado en el pasaje.
La fe y el corazón por equipaje,
el dejo de la dicha y el quebranto,
la desnudez para arropar el manto
que la vida cincela con su oleaje.
Un instante de lumbre y de granito,
un ánfora de luz en la tormenta,
un minuto de tierra y de infinito.
Después se ha de partir de rosa en rosa.
Es la herencia de Adán y en esa cuenta
volverá a florecer la mariposa.
CICLO
¿Recuerdas cuando empezó la vida?
¿Cuando éramos tú el tiempo
y yo la tierra girando entre tus días,
cuando te remontabas en mis valles y honduras
queriendo conocer el fondo de mis llanuras frescas?
Olíamos a hierba,
teníamos el sabor de las hojas que nunca llegarían a secarse
y me hacías volverme primavera y florecer.
Empezaba la historia,
tu querías pintarla con el pincel de tus dedos ansiosos
colorearme de luna en cada madrugada.
¿Y cuando tú eras río,
el mismo que corría hacia mi encuentro?
Era cuando fui mar, un mar de alas abiertas,
retorcido de sal, solitario de sed cuando me divisaron tus ojos abismales
y bebí tu agua clara, dulce y nueva
que maceró mis labios…
Y aprendí a ser sosiego y tu tormenta,
yo a inventar caracoles en tu orilla
y tú a imprimir mi nombre en cada uno de tus poros,
atardecíamos viéndonos a los ojos
bebiéndonos el sol al compás de los besos
¿acaso lo recuerdas?
Caminaba la historia
y mientras tu seguías cubriendo de arco iris mis silencios,
supe de nuevos verbos para tu vieja paleta de pintor
que en mi se renovaba.
¿Y qué hay de cuando fuiste viento y yo fui flor,
de cuando mi corola se transformaba en luz
apenas con el roce de tu palabra queda,
de cuando amanecías en mi ventana abierta?
Refrescabas mi nombre en tu garganta
y tu voz me tornaba gozo vivo.
La magia de las horas velaba nuestra ruta al paraíso,
Tu vestías de grana mis memorias,
yo ceñía tus huellas con mis versos…
Y también fuimos llama
que consumía el tiempo y sus silencios
en mis lienzos fundías el color de tu imagen.
Cuando tus manos se volvían flama
eran mis manos yesca…
ardía nuestra hoguera,
en el mundo la esperanza esparcía su aroma
y renacíamos.
¿Recuerdas?