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Poesía de Óscar Nájera

Cuentos 

azul y blanco

Construiré un camino, que me lleve hasta ti, no importa que tan lejos estés, hasta donde te encuentres llegaré.

Cuando llegue a ti, seré aquel que con caricias escriba una nueva historia.

Te adornaré de versos, cuentos azul y blanco te recitaré.

Tus ojos serán mi guía, los faros de mi tierra, después de tu arduo caminar mil besos en cada pierna te daré,  mil caricias hasta hacer un camino  hacia tu corazón.

En la cima de tus montañas reposaré, y la miel de caña en flor de tus labios deleitaré.

Mujer imponente como el chinchontepec.

Ay mujer con cabello color de la panela, ojos color café, prieta por el sol, color de mi tierra que me vio nacer y crecer, en tu vientre reposaré y amándote moriré.

 

El bosque

Es un bosque nebuloso, neblina que cubre las mentiras y oculta las verdades.

Pueblo de madera, árboles que duermen árboles que bostezan

El robin calla su canto, porque el talapo murió en prisión, se pinta de luto el cielo y

cardenal alza su vuelo, sin decir adiós.

Bosque nebuloso, árboles dormidos con sus raíces podridas, trepando la hierba venenosa en su corteza.

Árboles durmientes del nebuloso pueblo, dejaron de crecer porque olvidaron la grandeza de sus raíces, y mueren como el talapo en cautiverio.

Desde el cielo

Fue la última vez que yo te vi, y fue desde el cielo que te aprecié, no eras tan chiquita, como me habían dicho, no eras tan chiquita

como me hicieron creer.

Verde color de vida era tu vestido, paraíso divino, desde el cielo te vi crecer.

tus pies bañados por el azul del mar y las olas lo adornaban con un encaje blanco de cristal.

De lejos observas mejor, lo que de cerca no puedes ver.

Mis ojos te apreciaron por ultima vez, y los cubrió la lluvia de un temporal.

Tienes el aroma del café, las flores del valle o el volcán, aroma de maíz tierno.

Aroma de campesino que trabaja no importa si es verano o invierno.

Tierra de gente trabajadora, de gente que lucha y no se doblega.

Bello valle de hamacas donde tus hijos, crecen y juegan.

Tienes el color de la azúcar morena, el

color de mi madre.

Llevo tu sangre en mis venas, sangre de indio, sangre de campesino, de vendedor del mercado, sangre de poeta.

La última vez que te vi, fue desde el cielo, y desde allí vi tu grandeza.

 

Poetas 

guerrilleros

En una mano la pluma, en la otra la bandera libertaria.

en la mente los ideales,

en el corazón amor a la patria.

Poetas guerrilleros, escritor combatiente.

Tus palabras te sobreviven en la

conciencia de tu gente.

Voces, gritos de lucha, gritos de libertad.

Hermanos que murieron sin vender su integridad.

Poetas guerrilleros, armados de versos.

Poetas vilmente asesinados por ingratos perversos.

Lil Ramirez, Mauricio Vallejo, Claudia jovel, Roque Dalton, Leyla Quintana, Amílcar Colocho,

Alfonzo Ayala, Arquímedes Cruz.

Poetas guerrilleros, poetas de la patria, su palabra siempre vivirá.

hermanos poetas descansen en paz.

Enero 6/2017

 

Deuda

Con los que cayeron ofrendando su vida por una convicción,

con las madres y padres que perdieron a sus hijos.

Ay pueblo que salieron lagrimas de sangre de tus ojos.

Con los desaparecidos forzosamente, con la sangre derramada por nuestra gente.

Y los dolores de parto del nacimiento de una nueva sociedad.

Con los que emigraron, los campesinos, el verdadero pueblo que luchó por la paz, justicia y libertad.

Patria querida después de veinticinco años, con vos que aún sueñas.

Después de todo, con vos estamos en deuda.

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Amaneceres de temblores y colores. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil. Sábado,16 noviembre 2024