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Poesía de Rodrigo Verdugo

YO HAGO A Singwan Chong Li
Yo hago que el desierto despierte su sed
y tú eres el espejo,
donde paraíso e infierno vuelan juntos
sobre un cuerpo inalcanzable.

NUESTRO VIAJE A Selma Rocha Manchot
Nuestro viaje
que amparaba el ángel de la sangre
antes de ir mar adentro,
o rio arriba
o que demolieran el hotel
donde nos engendraron.
Aquí estamos
y los días no calzan en nuestro despertar.

ANTES DEL DESPOJAMIENTO A Fresia Lara y a Manuel Salgado
En aquella casa al lado del mercado y de las pescaderías
jugábamos con naipes españoles
dábamos encima de la mesa el golpe, con que se matan a los bueyes
sobre la cabeza de buey que estaba arriba de nosotros.

Nos ahogábamos en perfumes baratos
y quien ganaba
quemaba en un brasero
el traje el novia de nadie
en espera que los grillos
canten también la resurrección de nadie.

Y quien perdía
dába muerte al verano,
con el mismo golpe con que se matan los bueyes.

 

AL DESPERTAR A Fresia Lara
Yo llamo al mar con mis caderas
y antes de entrar a cualquier abismo
ya tienen para mí
algo que nadie pidió.
Y aquí cerca de las cavernas
ahogo a todos los hombres
con mi trampa bautismal.
Arrasaron los bosques,
arrasaron todos los mares,
y sin embargo bajo mis ojos
aun pueden reencontrarse la vida y la muerte.
Y aun a un golpe de mis caderas
la luz vuelve a embriagarse
más allá de todo paraíso e infierno.
Y el primero en caer en mi trampa bautismal
ve estrellas que están debajo de la vida,
corre a la sombra de arboles que niegan la carne.

Arrasaron los bosques, arrasaron los mares
Y sin embargo el día no se rinde
y sin embargo bajo mis ojos
bosques y mares, vida y muerte
vuelven a reencontrarse.

YO AFINO A Singwan Chong Li
Yo afino el fondo del mar
para recibir todos tus cuerpos.

 

HOY
La salamandra
saltó el muro de los lamentos,
y de golpe nos bebimos la copa negra.
Navegamos en la ceniza,
heridas de ruiseñor y astros de piel
venían como una odisea a nuestras manos.
Era la gracia de la borrasca por segunda vez,
nieve dorada sobre la tumba sin nombre.
El animal secreto que éramos,
a escondidas de la carne y de la sangre
despertaba en las noches blancas.

HERENCIA DEL INSOMNE VIII
Mis parpados infernales chocan contra la torre
tú pides no ser liberada todavía.
Te gusta que entre tú y yo
quede ese precipicio,
solo ese precipicio.

HERENCIA DEL INSOMNE X
Y nos dimos la mano
en un puente inconcluso,
y unas armas de caza
hicieron que abriéramos las manos
y fuegos y nieblas
se mezclaron
bajo el influjo de la tarde
y nuestras edades huían
bajo el influjo de la tarde
como la sed de las puertas mal cerradas.
HERENCIA DEL INSOMNE XXIX

Oh, esta recompensa oscura,
que mantiene a mi alma atada todavía a la roca.

Un amuleto vicioso,
falsea la posesión de los arboles.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXXIII

Cenemos sobre esa mesa cubierta de corales
veras salir hilos cortados
y este vicio cristalino
que recién esta noche
conocerás.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXXV

Un manantial terrorífico
en la promiscuidad del infinito.

Suban, nos decían
y se descoloraban las columnas,
y se descascaraban los niveles.

Y nuestro paraguas
no se abría.

Y allí arriba
se nos confiaba el hilo de cada fantasma
porque este amanecer
dejará a todos ciegos.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXLI

Querían que el parrón
tuviese un aire de ruina griega.

Anudábamos el invierno,
para que pasaran a la transfiguración del pez
el ermitaño y la hermana loca.

Y el parrón tuvo un aire de ruina griega.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXLII

En medio del vals
le disparan a un águila marina.
Era el fin de nuestra heráldica.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXLIVI

Pasamos de noche por la puerta de un cementerio,
y el vino carga en las espaldas arcanos negros.

Flores y espigas,
son fulminadas en un altar incognoscible.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXLIV

Vive en una casa,
sin casas alrededor.

Todo el día están las cortinas cerradas.

Es delgado y su rostro,
recuerda martirios licuados.

Murmuran acerca de él,
los vendedores de frutos secos.

La desgracia es un beso de pájaro.

De noche
círculos brumosos
acechan su casa.

Una tarde
trepamos la pared del patio
y le vimos hundirse
disfrazado de anciana
en un huerto maligno.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXLVII

Poemas cubiertos por la neblina
o por el crepúsculo,
que se traga la sangre de todos
para poder ser el guardián desdoblado.

 

HERENCIA DEL INSOMNE XXLVIII

Bajo el sopor del mediodía
hago con la luz y la oscuridad
lo que no hicieron
ni los vivos,
ni los muertos.

 

HERENCIA DEL INSOMNE LI

Salgo del crepúsculo,
como pez difamado por la sangre.

El alba o el crepúsculo,
son mis naufragios.

Los ángeles lloran llaves,
los ríos llegan más rápido al mar.

Conocí a una muchacha,
detrás de un castillo abandonado.

Caminamos por el borde del cerro.

Le ofrecí un ramo de cometas,
y al anochecer degollé su sed.

La muchacha no sabía si ser romántica,
o simbolista.

Rompió una copa de vino contra el espejo,
nos vimos como dos peces difamados.

Nos acostamos esa noche,
y los ríos llegaron más rápido al mar.

El ramo de cometas mutó en una criatura inclasificable
que salió a estrellarse
contra todas las puertas y ventanas
del castillo abandonado.

La muchacha huyo con el naufragio del alba,
lloré llaves por ella.

Y al naufragio del crepúsculo,
todo lo uní con un hilo
que desheredó el frio.

Ahora puedo decir:

que después del alba
los ángeles lloran llaves.

Y que después del crepúsculo,
los ríos llegan más rápido al mar.

Ahora puedo decir:
que el alba y el crepúsculo por igual
restañan mi naufragio.

 

HERENCIA DEL INSOMNE LIII

Bajo los jazmines,
hay sentencias hermosas.

Busco con manos de niebla,
algo en mis huesos.

Y en mi ayuda viene,
la joven que sabe leer al revés.

 

CUELGAS

Cuelgas del demonio,
y tus uñas salen primero que el sol.

DICTAMEN
Que el mar se refleje en la noche
yo ya lo había visto en tu carne.
Una transmutación de moluscos
se veía en tus vestidos desechados.
Y este juez con cabeza de trueno
sòlo juzga lo que estaba antes de la muerte.

 

Rodrigo Verdugo: (Chile, 1977). Poeta. Secretario del Pen Club Chile. Miembro del Grupo Surrealista Derrame. Su obra se encuentra publicada en diversas revistas y antologías nacionales y extranjeras siendo parcialmente traducida al : Ingles, Francés, Italiano, Portugués, Polaco, Árabe, Uzbeko, Rumano, Búlgaro y Catalán. Es autor de «Nudos Velados» y «Ventanas Quebradas». Ha participado en exposiciones internacionales de surrealismo en España, Portugal, República Checa y Costa Rica.

Ver también

Amaneceres de temblores y colores. Fotografía de Rob Escobar. Portada Suplemento Cultural Tres Mil. Sábado,16 noviembre 2024