Diana Ochoa
Diario Co Latino
El reloj marcaba las seis de la tarde en punto cuando se abrió el telón de la Gran Sala del Teatro Nacional, cialis un total de 16 poetas y 16 cantautores se dieron cita, diagnosis para rendir homenaje a Monseñor Oscar Arnulfo Romero.
Un distinguido repertorio de poemas y canciones inspiradas en Monseñor Romero fueron interpretadas por artistas salvadoreños con el objetivo de recordar al hombre que se convirtió en pastor del pueblo salvadoreño.
Canciones como “Hombre, profeta y mártir” del cantautor, Roberto Henríquez; “Para la guerra nada”, de Rigoberto Barrera, y “Beato Mártir de América”, de Guillermo Cuéllar, además del poema “Monseñor” de la poeta, Francisca Alfaro, entre muchos otros, fueron interpretados con un profundo sentimiento por parte de cada uno de los artistas que expusieron su talento en honor al arzobispo salvadoreño.
La iniciativa de realizar este homenaje surgió hace aproximadamente un mes, por parte de un colectivo de artistas que comparten dos grandes pasiones el amor por la música y la palabra y que además, cada uno de ellos, inspirados en la vida de Monseñor Romero, han hecho canción y verso el legado del gran mártir de América.
Oscar Sandoval, uno de los organizadores y artistas del evento, manifestó que “montar un homenaje a Monseñor Romero, ha sido un momento verdaderamente especial, lo importante es que cada artista tuvo su inspiración en Monseñor Romero y en cualquier momento te puede surgir una canción para él y este acto representa la unión y el encuentro de muchas generaciones, para las que nuestro pastor ha dejado un enorme legado”.
Además, expresó que un evento de esta naturaleza, es propicio para tener un momento de reflexión, de paz y de compartir con el prójimo. “Este es un tiempo no solo de venirse a sentar a escuchar versos o música bonita, sino que también a alimentarse de las canciones y los poemas, como nos alimentamos también de la obra de Monseñor Romero”, concluyó.
Por su parte, el cantautor Rigoberto Barrera, dijo que “participar en un evento como este en honor a Monseñor Romero es lo máximo, como lo decía el título de nuestro homenaje, es símbolo de rebeldía para nosotros, ya que es una persona que ha marcado a muchas generaciones y así como lo dice mi canción todo lo lindo y todo lo genial, para que se hagan cosas buenas y para la guerra nada”.
Para Marisol Briones, poeta salvadoreña, el evento dedicado a Monseñor Romero era justo y necesario: “no debemos de perder de vista la memoria, la vida y el camino de Monseñor entre el pueblo, en los últimos días pareciera que Monseñor Romero está secuestrado y que está en otro lado en donde a él no le gusta estar, el caminaba entre nosotros, el cantaba con nosotros y por eso me he sentido muy regocijada de hacerlo vida”.
Cada uno de los asistentes mostró su satisfacción y su alegría al poder ser parte de este merecido homenaje. Melba Castillo reiteró: “me pareció un evento excelente, nunca había tenido la vivencia de tener a los poetas y a los músicos al mismo tiempo, ha sido una experiencia maravillosa sobre todo ver que gente joven levanta la imagen de Monseñor Romero, me siento satisfecha y llena espiritualmente, porque para mí Monseñor representa luz, esperanza y mucha fuerza”.
También Víctor Manuel Aparicio, espectador del evento, añadió: “a mí me pareció un gran evento, aunque para lo que es Monseñor Romero es aún poco, pero como se ha hecho de todo corazón y con todo el cariño tiene mucho significado”.
Fue una noche cargada de mucho sentimiento, de emociones, de aplausos, pero sobre todo de mucha alegría, ya que los salvadoreños se encuentran a pocos días de celebrar la beatificación de uno de los grandes líderes espirituales del pueblo salvadoreño. La palabra de Monseñor Romero está y seguirá presente en cada uno de los salvadoreños y es por eso que es tiempo de que el Estado salvadoreño tenga el deber y la obligación de realzar su nombre, su obra, su historia y su legado.
Al finalizar el evento, cada uno de los asistentes, poetas y cantautores entonaron a una sola voz el estribillo de una de las canciones más reconocidas de Guillermo Cuéllar: “Monseñor vives hoy en el corazón del pueblo que tanto te amo, Monseñor tu verdad nos hace marchar a la victoria final…”. Fueron esos cantos, esas sonrisas y los incansables aplausos, los que hicieron evidente una vez más, que Monseñor Oscar Arnulfo Romero, no ha muerto, sino que vive dentro del pueblo salvadoreño. “Romero hombre de amor sincero, que este pueblo siga siendo tu oración”, Manuel Contreras.
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