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Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
Conducidos por la magia que emana de los botines del “barbado” Lionel Messi, la selección de Argentina le pegó anoche 4-0 a Estados Unidos y clasificó a la gran final de la Copa América Centenario, colocándose a un solo triunfo de terminar con una sequía de 23 años sin título.
La superioridad de la albiceleste se puso de manifiesto desde el pitazo inicial, al grado que apenas tardaron tres minutos para descorchar el festejo. Messi “cuchareó” la pelota a las espaldas de la zaga “gringa” y Ezequiel Lavezzi aprovechó el regalo para conectar de cabeza y dejar como estatua al meta Brat Guzan.
El tempranero tanto le dio la confianza a los gauchos para controlar a placer el partido y marcar un dominio abrumador en el que muy pocas veces permitieron que la selección de “las barras y las estrellar” se acercaran a la portería de Sergio Romero. Con una Argentina fuerte en defensa, certera en la recuperación de pelota y marca férrea en el medio terreno, a Estados Unidos no le quedó más remedio que ser cauta y buscar la manera de defenderse lo mejor posible, pero cuando Messi tiene el pincel en mano, pinta obras y resulta complicado no aplaudirle.
Si los “gringos” soñaban con un chispazo que les permitiera volver a la ilusión inicial, Messi los sacó del espacio con un gol que da para colocarlo en un lienzo. La “Pulga”, al ´32, cobró magistralmente un tiro libre que se coló justo al ángulo y dejó nuevamente para la foto al portero norteamericano.
Sin prisa, pero sin pausa, los dirigidos por Gerardo “el Tata” Martino cerraron el primer episodio con un dominio abrumador y se fueron a las duchas para su merecido descanso.
Mientras tanto, los pupilos de Jürgen Klinsmann, con ausencias notables como la de Fabian Johnson y Alejandro Bedoya, estuvieron lejos de ser el equipo compacto que se presentó en la fase de grupos y cuartos de final. De echo, antes del descanso no sumaron una sola oportunidad clara de gol. De regreso al engramillado, la historia se mantuvo con los mismos puntos y comas: Argentina solo necesitó un poco más de tres minutos para volver al gol y colocar el 0-3. Esta vez la anotación llevó la firma de Gonzalo Higuaín que aprovechó un centro para encarar al portero “gringo” y vencerlo en el segundo intento de remate.
En adelante, las únicas aflicciones de los gauchos las marcaron Augusto Fernández y Lavezzi que se convirtieron en cambios obligados debido a lesión. La ausencia de la dupla, sin embargo, pasó inadvertida. Argentina mantuvo el ritmo y aprovechó una pifia defensiva para llegar al 0-4, para llegar al “póker”.
En esta acción, al ´86, el balón quedó en los botines de Messi y este decidió dar el balón a Higuaín para que marcara el doblete de la noche y sellara definitivamente su pase a la finalísima. El rival de la albiceleste saldrá del duelo entre Colombia y Chile. Si ganan los chilenos, los gauchos tendrán la oportunidad de cobrar la deuda de la pasada edición de la Copa America en la que cayeron ante los andinos.
