Río de Janeiro/AFP
La Policía Federal brasileña (PF) lanzó este viernes una vasta operación contra una red delictiva formada por inspectores y grandes frigoríficos para vender carne y otros alimentos adulterados, para consumo interno o para exportación.
Entre los investigados figuran ejecutivos de importantes grupos, como JBS -dueña de las marcas Big Frango y Seara Alimentos- y BRF -dueña de Sadia y Perdigao-, de acuerdo con los procesos revelados por la justicia federal de Curitiba (sur), donde se centra la operación.
Las acciones de esas dos empresas registraban fuertes pérdidas en la Bolsa de Sao Paulo. Hacia las 11H37 locales (14H37 GMT), JBS caía 6,01% y BFR 5,65%, en tanto que el índice Ibovespa de los principales valores retrocedía 0,17%.
La operación, fruto de dos años de investigaciones, movilizó a 1.100 agentes para ejecutar 309 órdenes judiciales, incluyendo 27 de prisión preventiva, en siete estados: Rio Grande do Sul, Paraná, Santa Catarina (sur), Sao Paulo, Minas Gerais (sudeste), Goiás y el Distrito Federal de Brasilia (centro-oeste).
«Los funcionarios públicos (…), mediante recibimiento de sobornos, facilitaban la producción de alimentos adulterados, emitiendo certificados sanitarios sin ninguna inspección efectiva», indica un comunicado de la PF.
Los productos adulterados se vendían en los mercados interno y externo.
En la lista de personas investigadas figuran Flavio Cassou, un ejecutivo de JBS, así como Roney Nogueira dos Santos, gerente de Relaciones Internacionales de BRF, y José Roberto Pernomian Rodrigues, director y videpresidente de esa firma, de acuerdo con el comunicado de la Justicia de Paraná.
JBS indicó en un comunicado que tres de sus unidades productivas (una en Paraná y dos en Goiás) fueron requisadas, pero destaca que «no hubo ninguna medida judicial contra sus ejecutivos» y que su sede en Sao paulo no fue allanada.
Asegura además que «JBS en Brasil y en el mundo adopta padrones rigurosos de calidad, con sistemas, procesos y controles que garantizan la seguridad alimenticia y la calidad de sus productos».
BRF no se pronunció hasta ahora sobre los procedimientos policiales.
Se trata de «la mayor operación de la historia» de la PF, indicó El Ministerio de Agricultura en un comunicado.
El operativo fue apodado «Carne Débil», en referencia a la expresión popular que «demuestra fragilidad moral de los agentes públicos que deberían velar por la calidad de los alimentos» y por el objeto de las investigaciones, explica el comunicado.