Tegucigalpa / AFP
Decenas de policías usaron bombas de gas lacrimógeno el miércoles para disolver una manifestación de miles de estudiantes universitarios en demanda de la renuncia del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández.
Los alumnos de la Universidad Nacional y la Universidad Pedagógica marchaban en dirección a la casa presidencial cuando los policías salieron a su paso.
Entre el humo de las bombas, los estudiantes huyeron del lugar, muchos de ellos cubriéndose el rostro con capuchas.
«Fuera JOH (Juan Orlando Hernández)», «fuera narcodictadura» y «la dictadura va a caer», coreaban unos 3.000 estudiantes que salieron de la Universidad Nacional, en Tegucigalpa.
Después recorrieron unos dos kilómetros por dos avenidas hasta la Universidad Pedagógica, donde se unieron otros estudiantes para seguir hacia la casa de gobierno.
La movilización fue convocada a través de la redes sociales por la Plataforma de Defensa de la Salud y la Educación que desde junio exige la derogación de dos decretos que, a su criterio, privatizan la educación y la salud.
Los dos decretos fueron derogados por el gobierno pero los dos gremios siguieron con las protestas para exigir la salida del presidente, tras ser mencionado por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Un fiscal federal estadounidense citó a un testigo, presentado en una corte de Nueva York, que dijo que Hernández recibió 1,5 millones de dólares para su campaña política en una «co-conspiración» con su hermano, Antonio «Tony» Hernández.
Éste último está preso en Nueva York desde noviembre, cuando fue capturado en Miami acusado de ser «narcotraficante a gran escala».
El presidente Hernández aseguró el martes en Washington que no hay cargos contra él y las acusaciones son una «venganza» por haber extraditado a Estados Unidos varios capos de la droga.