Ciudad de Guatemala/AFP
La policía guatemalteca pretende utilizar en sus labores miles de armas de fuego decomisadas al crimen organizado mediante una ley que permite al Estado apropiarse de bienes procedentes de bandas delictivas, informó el gobierno.
«Las armas incautadas desde el 2016 superan las 8.000, de las cuales un 75% no son idóneas para adjudicarlas a la Policía, ya que la entidad policial utiliza un estándar de armamento que va enfocado a la protección y reacción con parámetros», explicó el ministro de Gobernación, Francisco Rivas.
Dijo que ese armamento serviría para continuar con el fortalecimiento de la Policía Nacional Civil (PNC).
«Solo se utilizarían las que se encuentran en buen estado y sean aptas», insistió el titular del Interior.
Las armas que fueron decomisadas desde 2016 se encuentran en proceso judicial para pasar a manos del Estado.
Sin embargo, el ministro aclaró que solo 25% podrían ser utilizadas para la seguridad pública en este país, debido a que la mayoría de las restantes son armas artesanales o modificadas y revólveres, por lo que deberán ser destruidas.
Guatemala vive una ola de criminalidad que deja más de 5.500 muertes por año, casi la mitad de las cuales están ligadas a las actividades del narcotráfico y a las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, dedicadas a la extorsión de comercios y transportistas.