Por Jean-Luc Renaudie
Jerusalén/AFP
La policía israelí debía interrogar el lunes al primer ministro, Benjamin Netanyahu, por haber recibido supuestamente «regalos ilegales» de empresarios, según publicó la prensa local, en el marco de una investigación que ha sacudido el país.
Según estos medios, empresarios israelíes y extranjeros habrían ofrecido a Netanyahu regalos por un valor estimado de varias decenas de miles de dólares.
Si los hechos se confirman, el primer ministro podría ser inculpado por «abuso de confianza».
La prensa también habla de un segundo caso que podría dar paso a acusaciones más graves de corrupción, pero no dan precisiones sobre ello.
Interrogados por la AFP, los portavoces de la policía y de la oficina del primer ministro rechazaron confirmar o desmentir estas informaciones.
Los guardias de seguridad de la residencia oficial de Netanyahu, en el centro de Jerusalén, cubrieron la verja de la entrada con un tejido negro, posiblemente para permitir que los investigadores accedan al edificio discretamente, constató un periodista de la AFP.
La radio pública informó por su parte que el primer ministro había aceptado ser interrogado «tantas veces como fuera necesario» por la policía.
En su página Facebook, Netanyahu ha negado todos los hechos y ha acusado a sus opositores políticos y a algunos medios de querer «hacerlo caer no en unas elecciones como lo prevé la democracia» sino con una campaña contra él.
La legislación israelí prevé que todo miembro del gobierno contra el que pesa una acusación de corrupción tiene que dimitir.
‘Campaña de provocación’
El ministro de Cooperación Regional, Tzahi Hanegbi, cercano a Netanyahu, denunció el lunes en la radio militar «una campaña de provocación y de incitación planeada por medios» de comunicación, cuyo objetivo ha sido presionar al fiscal general Avishai Mandelblit para autorizar a la policía a interrogar al primer ministro.
Mandelblit, que fue designado con el apoyo de Netanyahu, ha sido sin embargo criticado por haber demorado el caso durante meses al negarse a dar su beneplácito a estos interrogatorios.
Durante ocho meses, la policía ha estado investigando el caso en secreto. Los interrogatorios a unos 50 testigos permitieron recientemente llevar a cabo un «avance decisivo» en las pesquisas, según la prensa.
Entre las personas interrogadas figura Ronald Lauder, presidente del Congreso Judío Mundial y miembro de la familia de la fundadora del grupo cosmético estadounidense Estée Lauder. Fue interrogado el 30 de septiembre cuando viajó a Israel para asistir al entierro del expresidente Shimon Peres.
En otro caso, en noviembre, el fiscal ordenó abrir una investigación sobre alegaciones que sugerían una conducta irregular de un allegado de Netanyahu en la compra de tres submarinos alemanes por parte del Estado hebreo.
La justicia israelí trata con firmeza los casos de corrupción. El anterior primer ministro, Ehud Olmert, purga desde febrero de 2016 una pena de 19 meses de cárcel tras haber aceptado sobornos.
El actual ministro del Interior, Arye Deri, jefe del Shass, un partido ultraortodoxo, fue condenado en 1999 a tres años de cárcel por corrupción.