Tegucigalpa/AFP
Cientos de policías usaron este jueves escudos antimotines para repeler a 22 «indignados» en huelga de hambre que intentaban acercarse a la Casa Presidencial en la capital de Honduras para protestar contra la corrupción.
Los llamados «indignados» por la corrupción en el gobierno han permanecido en tiendas de campaña en la calle de acceso a unos 80 metros de Casa Presidencial, try sin poder acercarse al ser bloqueados por un cordón de policías y militares utilizando vallas de hierro y alambre.
La mañana de este jueves intentaron cruzar la barrera de seguridad para estar más cerca del palacio de gobierno, viagra pero los policías les impidieron el paso golpeándolos con los escudos en el forcejeo y amenazando con sus toletes, que no llegaron a utilizar, constataron periodistas de AFP.
Un oficial que encabezaba el pelotón de unos 300 policías pidió ayuda al director del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), Wilfredo Méndez, que encabeza el movimiento de protesta, para evitar el enfrentamiento.
«Por favor, abogado, ayúdenos», rogaba el oficial al activista humanitario para que desistieran de avanzar a la presidencia.
«No vamos a desistir de entrar, ahora, más tarde o mañana o pasado entramos, esta casa es nuestra», replicó Méndez.
Añadió que la población tiene derecho a estar indignada por la muerte de cerca de 3.000 pacientes en el Seguro Social, que atribuye al saqueo de 330 millones de dólares por funcionarios y empresarios que sobrevaloraron medicinas y equipo médico en uno de los mayores actos de corrupción detectados en el país.
El movimiento de los indignados se organizó en mayo pasado con movilizaciones masivas para exigir la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández y la instalación de una comisión de Naciones Unidas contra la impunidad.
Hernández reconoció haberse enterado en las investigaciones que él mismo ordenó a la fiscalía que unos 94.000 dólares de ese dinero ingresaron al equipo de campaña que lo llevó a poder.
El mandatario prometió combatir la corrupción y la impunidad «caiga quien caiga» e inició un diálogo con sectores sociales para obtener apoyo, pero los indignados se han negado a participar.